jueves, 8 de marzo de 2012

...SIGUE

Issa estudió bajo varios maestros religiosos de Oriente, hizo algunas predicaciones por sí mismo y regresó a Palestina 16 años más tarde a la edad de 29 años. El significativo paralelo entre las vidas de Issa y Jesús ha llevado a conclusiones de que Issa era, de hecho, Jesús. Si esto es cierto, el tal viaje puede haber sido omitido por la Biblia porque contradice la idea de que Jesús había logrado su iluminación espiritual únicamente por inspiración divina.

Si Jesús fue un esenio y viajó a Asia bajo el patrocinio esenio, y si es claro que los Esenios seguían una tradición aria, podríamos esperar que a Jesús lo enviaron a estudiar con los brahmanes Arios en el subcontinente de la India. De acuerdo a la leyenda de Issa, esto fue lo que precisamente sucedió:
“En sus catorce años el joven Issa, un bendito, vino a estos lados de Sindh (provincia al Oeste de Pakistán), y se asentó entre los arianos (Arios)….”
A la llegada de Jesús, “los sacerdotes blancos de Brahma le dieron una entusiasta y alegre bienvenida” y le enseñaron entre otras cosas, a leer y a entender los Vedas, y a enseñar y a exponer las escrituras sagradas hindúes. Sin embargo, esa alegre recepción rápidamente se convirtió en amargura, porque Jesús insistía en asociarse con las castas más bajas. Esto produjo fricciones entre el joven cabeza dura de Jesús y sus anfitriones brahamanes.

De acuerdo a la leyenda:
“Pero los Brahamanes y los Katriyas (miembros de la casta militar) le dijeron que estaba prohibido por el Gran Para-Brahma (dios hindú) acercarse a aquellos que fueron creados de sus tripas y sus pies (el origen místico de las castas más bajas). Este, el Vaisya (miembro de la casta de comerciantes y agricultores) sólo puede oir el recitar de los Vedas, y esto sólo en los días de fiesta, y estos de los Sudras (una casta más baja) no sólo se les prohibe intentar la lectura de los Vedas sino aún mirarlos; porque ellos están condenados a la servidumbre perpetua, como esclavos de los Brahamanes, de los Katriyas y aún de los Vaisyas.

Ellos declamaban fuertemente contra la arrogancia para la misma autoridad para despojar su ser-compañero de sus derechos espirituales y humanos. “Verily” dijo él, “Dios no ha hecho diferencia entre sus hijos, quienes todos son para él igualmente amados por El…..”
Los sacerdotes blancos y los guerreros estaban tan enojados que enviaron sirvientes para matar a Jesús. Alertado del peligro, Jesús huyó de la ciudad sagrada de Djagguernat por la noche y escapó hacia el mundo budista. Allí aprendió la lengua pali y estudió las escrituras sagradas budistas (Sutras). Después de seis años, Jesús “podía exponer perfectamente las escrituras sagradas budistas”.
La leyenda de Issa tiene una extraordinaria implicación. Retrata a Jesús como un reformador religioso sincero quien se encontró a sí mismo enfrentado a las tradiciones arias- Custodias en las cuales había sido educado. Sus simpatías iban por lo tanto hacia los Maverick budistas. La influencia budista en las enseñanzas de Jesús son evidentes en la Biblia, como se nota en el Sermón de la Montaña, el cual contiene una filosofía asombrosamente similar al Budismo en sus días.
Después de 15 años en y alrededor de Asia, Jesús viajó de regreso a Palestina vía Persia, Grecia y Egipto.

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