martes, 20 de marzo de 2012

...QUE PASO DESPUES DE JESUS

Justiniano fue un emperador bizantino, la division oeste del Imperio Romano, gobernaba desde Constantinopla, asciende al trono en el 527 al suceder a su tio Justino I al morir.
Muchos historiadores lo catalogan como el ultimo emperador, aunque luego de su muerte le sucedieron Justino II (565-578 y Tiberio I (578-602) luego el imperio cae en manos de los turcos otomanos.
Justiniano creo muchas leyes y sento las bases del derecho Imperial bizantino al darle impulso a la codificacion del Derecho Romano unificandolo a través de un Corpus Iuris Civilis compuesto por un codigo de leyes Imperiales vigentes, durante su administracion se elaboro un manual para la enseñanza del derecho.

VEAMOS QUE SE CONOCE COMO LAS PLAGAS DE JUSTINIANO:

En la medida que vamos dejando atrás el tiempo de Jesús y entramos en los años Después de Cristo (DC.), la historia se hace más firme y las personalidades entran en un mejor foco. La documentación es mejor. Aún así, el mismo patrón histórico que hemos estudiado continua sin disminuir. Para aquellos que encuentran que hemos estado mirando allí de una manera completamente increíble, puedo sólo compartir este sentimiento con completa empatía.

La visión de la historia que estoy presentando parece pedir una comprensión de que los factores yacentes en el fondo de la confusión humana pueden ser factores Extremadamente extraños y quizás éste es el porqué nunca han sido resueltos.
Después de la vida de Jesús, la iglesia cristiana creció rápidamente. En sus primeros años, la cristiandad atrajo un gran número de genuinos humanitarios que estaban entusiasmados con el mensaje que Jesús trataba de poner en práctica. Los primeros líderes cristianos, a pesar de la influencia de los Esenios, estaban preparados para promover una religión más benigna con muchos beneficios. Jesús no había fracasado totalmente. Los primeros cristianos daban esperanza a la gente de lograr la salvación espiritual mediante la adquisición de sabiduría, comprometiéndose a llevar una conducta ética, descargándose a través de la confesión de sus pecados a sí mismo, y haciendo enmienda de aquellas Transgresiones que causaban a una persona el sentimiento de culpa.

Dado el carácter benigno de la primera iglesia cristiana, no había necesidad de un código de ética severo. La pena más alta que una persona podía sufrir en la mayoría de las sectas cristianas de esa época era la excomunión, por ejemplo: conllevando la expulsión. Esta era considerada una pena muy severa, sin embargo (equivalente a nuestra moderna pena de muerte) porque el individuo era considerado un destinado al eterno deterioro espiritual si él o ella era excomulgado. Un sacerdote estaba en la obligación de hacer cualquier cosa apelando a la racionalidad de una persona antes de excomulgarlo. La causa primaria de excomunión era el crimen o la conducta groseramente inmoral.

Durante los primeros trescientos años de su existencia, la Cristiandad permaneció como una religión extra-oficial y con frecuencia perseguida. Eventualmente, numerosos líderes políticos se convirtieron a la Cristiandad, y con ellos, la iglesia empezó a cambiar. La fundación humanitaria creada por Jesús perdió poder como Cristiandad y se hizo más política.
La transformación política de la Cristiandad dio su primer gran golpe en el Imperio Romano Occidental con la conversión al cristianismo de su emperador, Constantino I El Grande. Numerosos historiadores creen que Constantino estaba ya alineado en la dirección de la conversión cristiana porque su padre era un monoteísta. Sin embargo, contemporáneos de Constantino han señalado que la verdadera conversión de Constantino llegó como resultado de una visión que relató haber tenido en el año 312 DC.
Varias versiones diferentes han sido registradas de esta visión. Según Sócrates, quien escribió acerca de esto en la quinta centuria después de Cristo:

“ …. Cuando marchaba a la cabeza de sus tropas, una visión sobrenatural se le apareció trascendiendo toda descripción. En efecto, en la hora del día cuando el sol, habiendo pasado el meridiano, comienza a declinar hacia el Oeste, él vio un pilar de luz en forma de cruz sobre la cual estaba inscrito “en esta vences”. La aparición del signo lo impactó con sorpresa, y dudando de sus propios ojos, preguntó a aquellos que lo rodeaban si ellos podían ver lo que él veía; y como ellos declararon unánimemente que sí lo veían,

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