viernes, 18 de mayo de 2012

Nacimiento de la banca moderna

Tan rentable como esta operación puede haber sido, tenía algunos peligros y dificultades. Si regresaban muchas de las notas emitidas por el orfebre para redención muy rápidamente, o el prestario del orfebre se tardaba en pagar, el orfebre podía ser aniquilado.
La credibilidad en sus notas podría ser destruida. Sin embargo, si el orfebre realizaba su operación cautelosamente podría llegar a ser bastante rico sin que nunca hubiera producido algo de valor.

La injusticia de este sistema es evidente. Si por cada bolsita de oro que el orfebre tenía en depósito de su cliente, ahora era propietario de un equivalente a cuatro bolsitas; alguien había perdido algo. A medida que las deudas de la gente con el orfebre aumentaban, más y más recursos verdaderos y riqueza eran poseídos por él. Ya que el orfebre no estaba produciendo ninguna riqueza verdadera o recursos, sino que estaba demandando una siempre creciente participación en ellas con motivo de sus notas de papel; fácilmente se convierte en un parásito de la economía.

El resultado inevitable fue el enriquecimiento del tacaño orfebre convertido en banquero a costa del empobrecimiento de otra gente de la comunidad. Este empobrecimiento se manifiesta bien sea en la necesidad de que la gente se desprendiera de cosas de valor o en hacer mayores esfuerzos para crear la riqueza necesaria para poder pagarle al banquero. Si el orfebre no era cuidadoso y su burbuja monetaria estallaba, la gente involucrada con él sufría de todas formas debido a la perturbación causada por el colapso de su banco y por la pérdida de valor de sus notas todavía en circulación.

Ese fue el nacimiento de la banca moderna. Mucha gente siente que este es un sistema inherentemente deshonesto. Y lo es. Es también social y económicamente desestabilizador.
Sin embargo, todos los más grandes sistemas bancarios y monetarios de hoy, operan con una mínima variación del sistema descrito arriba.
Allá, por el siglo XVII, la banca de los Médicis en Italia nació con la idea de usar el oro como un artículo sobre el cual basar todo el papel circulante. El oro era vendido como la base perfecta para las notas escritas o papel circulante debido a su escasez y al atractivo inmenso que posee este metal. Así comenzó “el patrón oro”, en inglés “standard gold”, base en la cual todos los bienes y servicios son valorados en relación a, aunque algunas veces con relación a la plata metálica.

El patrón oro fue en verdad una fabulosa idea para aquellos que poseían mucho oro y plata pero creaba una dependencia artificial a un artículo que no era ni cercanamente tan útil como muchos otros productos.
Pero basar un sistema monetario completo sobre un simple artículo es mejor que basarlo en ningún artículo; aunque basando las notas de papel en el patrón oro estas todavía podrían exceder los metales usados para respaldarlas. La mejor solución es arraigar un suministro de dinero firmemente en el producto total valioso de una nación, de tal manera que el dinero actué como un reflejo preciso de este producto.

Una vez que fue creado el patrón oro, las notas de papel fueron consideradas “tan buenas como el oro” porque el portador podía redimir las notas por oro real. Esto creó un falso sentido de seguridad. Mientras más notas de oro entraban en el mercado, estas gradualmente se volvían menos valiosas lo cual traía como resultado una permanente inflación. Los banqueros, propietarios del oro, debían mantenerse emitiendo un caudal constante de notas porque esa era la forma de ellos obtener beneficios. En la medida en que los banqueros planeaban cuidadosamente y la gente tenía confianza en las notas, las notas escritas podían mantenerse adelante de la inevitable inflación que estas creaban y hacer un enorme beneficio con ellas. Si por el contrario, ellos emitían una superabundancia y muchas de sus notas regresaban por redención, podían como último recurso, devaluar las notas para salvar su oro. En esta forma, el papel moneda inflacionario, aun bajo el patrón oro se volvió una fuente de riqueza y poder para aquellos que tenían el derecho para crear dinero.
Esto también generó deudas en una escala enorme, ya que la mayoría de las notas sobre oro se creaban de la nada y liberadas dentro de la comunidad como préstamos reembolsables a los banqueros. Si la gente no pedía préstamos a los banqueros, poco dinero nuevo (fresco) entraba en el mercado y la economía se deprimía.

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