Unas 36.000 Libras adicionales iban directamente a las arcas de los Landgrave de Hesse.
Muchos Lores ingleses no les preocupaba el que las tropas alemanas costaran dinero.
Mientras discutían una posible invasión francesa a Inglaterra, Warpole bromeaba: “si los franceses llegan, al menos habremos hecho algo con todo el dinero que hemos colocado con los Hannoverianos y los Hessianos. William Pitt, otro hombre de estado inglés influyente, añade estas divertidas palabras al debate:
“Las tropas de Hannover, las que nosotros estabamos ahora esperando por pagar, marcharon al lugar más destante del enemigo, al menos por el peligro de un ataque y la mayoría fuertemente artillada había planeado un ataque. Ellos tienen así una justificación que evita un reclamo para no pagarles ya que dejaron su propio país para trasladarse a un lugar de mayor seguridad. Por lo tanto, a mí no me sorprendería que después de otras campañas gloriosas…se me diga que el dinero de esta nación no puede ser más apropiadamente empleado que en contratar hannoverianos para comer y dormir”.
El principado alemán que más se benefició con la contratación de soldados mercenarios fue Hesse.
Dando un rápido vistazo a la historia de Hesse, encontramos que después de la muerte en 1567 de Felipe el Magnífico, Hesse fue dividido entre los cuatro hijos de Felipe, estableciendo cuatro provincias principales: Hesse-Kassel (a veces llamada Hesse-Cassel), Hesse-Darmstadt, Hesse-Rheinfels y Hesse-Marburg. La más importante y poderosa de esas cuatro regiones Hessianas fue Hesse-Kassel, la cual posteriormente reabsorbió Hesse- Rheinfels y Hesse-Marburg.
Arrendar mercenarios a Inglaterra se convirtió en la empresa más lucrativa de la familia real hessiana. Aunque la misma Hesse fue marcada durante alguno de los conflictos europeos, la dinastía hessiana construyó una inmensa fortuna del negocio de los soldados.
En efecto, Landgrave Federico II de Hesse-Kassel, (no confundirlo con Federico II de Prusia o con el Emperador de Alemania, Federico II de la época de las Cruzadas), hizo de Hesse-Kassel el principado más rico de Europa alquilando mercenarios a Inglaterra, para la siguiente gran lucha: la guerra de independencia americana, también conocida como la Revolución Americana. La Casa Real de Brunswick también se benefició de la Revolución Americana; su gobernante, Carlos I, alquiló soldados a Inglaterra a precios sustanciales para ayudar a combatir la rebelión colonialista.
vol. 20, p. 570.
Petrie, Sir Charles , The four Georges (Port Washington, Kennikat Press, 1971), p. 64.
Como podemos ver, Hesse, Hannover y algunos otros estados alemanes se beneficiaron sustancialmente de los conflictos que habían acosado a Inglaterra. Los problemas de Bretaña dieron a ellos la oportunidad de saquear el Tesoro Británico a expensas del pueblos inglés.
Esto tuvo el efecto adicional de empujar a Inglaterra dentro de una deuda aún más profunda con los nuevos banqueros y su papel moneda inflacionario.
El populacho de Alemania también sufrió. La mayoría de los mercenarios arrendados por Inglaterra eran jóvenes involuntariamente reclutados y forzados a combatir donde sus líderes dispusieran. Muchos fueron invalidados y muertos para que sus gobernantes pudieran vivir en el mayor de los lujos. La riqueza y la influencia de un pequeño clan de dinastías alemanas estaba siendo construida con la sangre de los jóvenes.
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