Hace unas tres semanas hubo una reunión convocada por Chávez en Miraflores con su más cercano grupo político. Allí estuvieron Diosdado Cabello, Elías Jaua, Aristóbulo Izturis, Cilia Flores y el Director de la DIM general Alfredo Figueroa entre otros.
Esta reunión fue con la finalidad de analizar el escenario político, el jefe les pidió a sus fieles seguidores que ante la inminencia de su triunfo en octubre, había que evitar que se produjeran problemas de orden público o alteraciones de otro tipo ya que los mismos no serian bien percibidos por la población votante. En esos días estaba en plena marcha la crisis de la planta, poniéndose al frente de dicha crisis el propio presidente e incluso negocio directamente con los pranes. Cosa que el mismo confirmo en una llamada hecha al canal rojo VTV.
Otra directriz presidencial sugirió que se suspendiera la medida de multa impuesta a la Universidad Central de Venezuela y sus directivos.
No obstante todas estas consideraciones, luego del acto multitudinario del domingo pasado con la inscripción de Henrique Capriles Radonski como candidato de la unidad democrática, comenzó a resurgir el temor a la posibilidad de un triunfo de la oposición. Esto prendió las alarmas rojas y condujo a que hace pocas horas la estrategia decidida haya sido arreciar hasta donde se pueda las acciones violentas que puedan crear zozobra social. Con este fin activaron los colectivos sociales radicales que amedrentaron anteriormente con presencia incluso de armas a canales de televisión, entre ellos La Piedrita, Tupamaros, Alexis Vive y otros más. Una señal que refuerza esta versión es la reaparición del gordo Juan Barreto, quien tiene mucha ascendencia sobre estos grupos violentos y que vendrán con la finalidad de atemorizar a los votantes.
Al radicalizar la calle buscan acentuar la división e intimidar al contrincante y preparar el ambiente para una posible postergación de las elecciones, por cierto que Chávez anuncio la pronta designación de Nicolás Maduro como nuevo vicepresidente.
Continuaran publicando supuestas encuestas donde dejan ver una enorme ventaja de Chávez, encuestas chimbas y falsas ya que la realidad deja ver a Capriles Radonski con unos 8 puntos porcentuales por arriba del candidato del gobierno esto con la finalidad de desmoralizar a los seguidores del candidato unitario.
Al cuarteto del terror electoral que obedece ciegamente al presidente en el CNE, también le giraron instrucciones para arreciar las acciones con el fin de asustar a los electores opuestos al régimen y buscar la manera de distraer a la mesa de la unidad de las más fuertes críticas que esta hace al gobierno en materia de servicios y calidad de vida que debe enfatizar en su propaganda electoral contra el gobierno.
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