sábado, 28 de abril de 2012

El gas azul expelido quiza gas venenoso

Por este tiempo estaban todos ellos sumidos en una perturbación. Después de esto la epidemia se instaló en Turingia en muchos lugares.”

Más al Sur, en Viena:
“... Y niebla mal oliente con los culpables, como indicativos de la peste, y de esos, por supuesto, fueron observados varios el pasado otoño.”
Directo desde la ciudad de Eisleben asolada por la peste, tomamos este divertido y quizás exagerado periódico que cuenta el 1 de Septiembre de 1682:

“En el cementerio de Eisleben en el corriente mes a la sexta hora de la noche se notó el siguiente incidente: cuando durante la noche los enterradores estaban afanados en el trabajo de cavar trincheras porque en muchos días entre ochenta y noventa habían muerto; repentinamente ellos observaron que la iglesia del cementerio, más específicamente el púlpito estaba iluminado por una fuerte luz brillante. Pero cuando iban hacia ella se puso oscura y negra, llegó una espesa niebla sobre el cementerio que les hacía difícil verse unos a otros, espantosos espíritus malignos se veían asustando a la gente, duendes burlones e insultantes, así como también muchos espectros y fantasmas blancos…”
Más tarde el mismo periódico añade:
“Cuando el Maestro Hardte expiró en su agonía, un humo azul se vió salir de su garganta y esto en presencia del cura; lo mismo había sido observado en el caso de otros expirando.

De igual forma un humo azul ha sido observado saliendo de los hastiales de las casas de todos los habitantes que han muerto en Eisleben. En la iglesia de San Pedro ha sido observado el humo azul cerca del techo; sobre este relato la iglesia ha rehuido, sobre todo cuando la parroquia ha sido exterminada…”

La “niebla” o peste venenosa era suficientemente espesa como para mezclarse con la humedad normal del aire y formar parte del rocío matutino. La gente estaba alarmada como para tomar la siguiente precaución:
“Si el pan recién horneado es colocado por la noche en el extremo de un poste y en la mañana amanece mohoso y por dentro crecido y amarillo o verde, e incomible; y cuando de manera igual las aves de corral beben el rocío matinal y mueren en consecuencia, es que el veneno de peste está cerca de la mano.”

Como notamos antes, la “niebla” letal estaba directamente asociada con las luces
brillantes moviéndose en el cielo. Otras fuentes para la peste han sido reportadas. Por ejemplo: Forestus Alcmarianos escribió sobre una “ballena” enorme que él encontró, la cual tenía las siguientes medidas:
“28 ells (105 pies) de largo y 14 ells (33 pies) de ancho. La “ballena” había sido lanzada encima de la playa de Egemont por grandes olas y quedó varada al aire libre, la cual volvió luego a la mar y produjo tan grande malignidad y fetidez del aire que muy pronto estalló una gran epidemia en Egemont y lugares vecinos.”

Es una lástima que el señor Alcmarianos no dé una descripción más detallada de la gran mortandad que produjo la “ballena” porque puede haber sido una nave similar a un OVNI moderno, los cuales han sido observados entrando y saliendo de los cuerpos de agua. En otras palabras, el señor Alcmarianos y su ballena pueden haber sido sólo eso: una ballena muerta putrefacta que por casualidad fue lanzada a la playa y vuelta a hundir en el mar justo antes de un brote repentino de peste.

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