Lo mismo que la francmasonería francesa, el movimiento latino-americano generalmente también fue anti-clerical. En México y Colombia, los masones ayudaron a ganar la independencia de España; mientras que en el Brasil trabajaron contra la dominación portuguesa.”
Mac Lunden añade:
“En Latinoamérica también, el proceso de liberación del yugo español fue un trabajo de los francmasones en gran parte. Simón Bolívar fue uno de los más activos hijos de la masonería, así como también lo fueron: San Martín, Mitre, Alvear, Sarmiento, Benito Juárez, Francisco de Miranda; todos nombres célebres para los latinoamericanos.”
Con relación a otras revoluciones, Mr. Lunden agrega:
“Muchos de los líderes durante el gran año de 1848 en el cual se vieron muchos levantamientos en contra de gobernantes feudales en Europa, eran miembros de la Orden.
Entre ellos se encontraba el gran héroe de la democracia húngara: Louis Kossuth quien encontró un refugio temporal en América.”
El siglo XIX presenció guerras de unificación como la dirigida por Giuseppe Garibaldi (1887-1882), el cual era un masón Grado 33 y Gran Maestro en Italia. El victorioso Garibaldi colocó en el trono de Italia a Víctor Manuel, otro famoso francmasón.
Las guerras italianas de unificación dejaron dos importantes legados: una Italia unificada y la Mafia moderna. La Mafia era una sociedad secreta vagamente tejida, fundada en Sicilia en la mitad del siglo XVII. Al principio, la mafia fue un movimiento de resistencia formado para oponerse a los gobernantes extranjeros que controlaban Sicilia en esos tiempos.
Los primeros mafiosos eran héroes populares que se especializaban en acciones criminales contra los odiados extranjeros. La Mafia construyó un gobierno subterráneo en Sicilia y se mantuvo en el poder utilizando la extorsión. La Mafia ayudó a Garibaldi cuando este invadió la Sicilia en 1860 y lo declaró Dictador de la isla. Después que los gobernantes extranjeros fueron expulsados e Italia fue unificada, la Mafia se convirtió en una red criminal violenta tal como la conocemos hoy en día.
La francmasonería fue claramente un catalizador importante en la creación del estilo de gobierno occidental moderno. La vasta mayoría de los francmasones que participaron en las revoluciones fueron bien intencionados.
DeHaan, Richard, “Fraternal Orgatizations,” Colliers Encyclopedia. Halsey, op. cit., vol. 10, p. 338.
Lunden, op. cit., p. 190.
La forma representativa de gobierno que ellos ayudaron a crear fue verdaderamente una mejora en la forma de gobierno que ellos reemplazaron. Desgraciadamente los altivos ideales de aquellos francmasones estaban en proceso de rápida traición por fuentes internas de la misma red de la Hermandad.
Una de las consecuencias de la Revolución Francesa fue un severo trastorno de la economía del país. La producción de alimentos cayó abrumadoramente y el nuevo régimen se mantenía dentro de un profundo problema político porque la mayoría de los franceses eran todavía leales a la monarquía.
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