A pesar de los reveses sufridos por Hesse-Kassel, la agitación en Francia probó ser una bendición para uno de los agentes financieros de Guillermo IX : —Mayer Amschel Rothchild (1743 – 1812), fundador de una de las más influyentes casas de banco de Europa.
Mayer Amschel fue un comerciante ambicioso y tenaz que comenzó su carrera en el “ghetto” judío de Frankfurt-am-Main en Hesse. En 1765, —dos décadas antes de la Revolución Francesa—, Rothschild se manejaba para obtener una audiencia muy beneficiosa con el Príncipe Guillermo IX, que estaba todavía viviendo por esos tiempos en Hesse-Hanau.
Mayer Amschel procuraba congraciarse con el Príncipe Hesiano vendiéndole monedas antiguas a Guillermo a unos precios extremadamente bajos. Guillermo, quien siempre tenía un ojo abierto para incrementar su fortuna material de cualquier manera posible, estaba encantado de lograr ventajas de la generosa ganga que le ofrecía Rothschild. Como retribución, Guillermo garantizó, a petición de Rothschild, con el nombramiento de Agente de la Corona ante el Príncipe de Hesse – Hanau. Este nombramiento hecho en 1769, fue más honorífico que sustancial, pero dio a Mayer Amschel un gran estímulo en su posición comunitaria y asistió a su esfuerzo por crear una exitosa Casa de Banco.
En los veinte años siguientes a su nombramiento, Mayer Amschel siguió manteniendo un íntimo contacto con el Príncipe Guillermo. La meta de Rothschild era convertirse en uno de los agentes financieros personales del Príncipe. La perseverancia de Rothschild, al final dio sus resultados. En 1789, el año en el cual comenzó la Revolución Francesa y cuatro años después que Guillermo IX heredara la fortuna del Principado de Hesse-Kassel, Mayer había conseguido su primera colocación a nombre del Príncipe Guillermo. Esto, a su vez, consolidó la codiciada posición de Agente Financiero Personal del Príncipe.
Rothschild hizo una considerable fortuna mientras servía en variadas actividades bajo Guillermo IX. La Revolución Francesa y las guerras que de ella se derivaron, crearon mucha escasez en Hesse. Rothschild capitalizó estas situaciones y elevó agudamente los precios de las telas que importaba de Inglaterra. Rothschild también hizo un trato con Carl Buderus, otro de los principales jefes financieros de Guillermo IX. El trato permitía a Rothschild compartir los beneficios por el arrendamiento de mercenarios hesianos a Inglaterra.
Virginia Cowles escribió en su excelente libro: “Los Rothschild, Una Familia de Fortuna”, una descripción del arreglo con Carl Buderus:
“En este punto, Mayer hizo una proposición al empresario Carl Buderus: Inglaterra
Estaba pagando al Landgrave (Guillermo IX) grandes sumas de dinero por la contratación de soldados hesianos; y los Rothschild le estaban pagando a Inglaterra grandes sumas de dinero por los bienes que importaban de allá. ¿Porqué no hacer que este movimiento de doble vía se cancele en sí mismo y embolsillarse las comisiones por manejo de las facturas producidas en el comercio de ambas vías?. Buderus accedió y pronto, la cuerda extra que puso al arco de Rothschild estaba produciendo un impresionante ingreso”.
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