viernes, 28 de septiembre de 2012

Drogas que alteran el caracter humano

Mediante la redefinición de la naturaleza de la conducta y el comportamiento, la
psicología también redefinió la naturaleza de la anormalidad mental y su curación. Los métodos para evitar y pasar por alto el intelecto y la libre voluntad humana —modificación de la conducta— fueron desarrollados y explorados. Ya que los seres humanos eran vistos como organismos estrictamente biológico-eléctro-químicos, se decía que toda la enfermedad mental era el resultado de procesos fisiológicos de alguna manera del mismo tipo.
Los experimentadores teorizaron que la enfermedad mental podía ser curada estrictamente por medios fisiológicos tales como: drogas, tratamiento de choque o electrochoque, y cirugía del cerebro. Se creía que tales tratamientos podían remediar el des-balance químico o eléctrico y así curar la enfermedad mental misma.

Producto de esas teorías surgió una industria de la droga multimillonaria en dólares, la cual cada año distribuye una enorme cantidad de drogas para la alteración del carácter humano. Estas drogas están diseñadas para mejorar cada enfermedad mental, desde “no puedo dormir en la noche” hasta la psicosis violenta. Además, muchos psiquiatras usan máquinas especiales para enviar choques eléctricos a través del cerebro de una persona. Otros recurren a la cirugía del cerebro. Ahora bien, aquellos que hemos tenido casi medio siglo para observar esas curas en acción, podemos preguntar:
“¿Han beneficiado a la humanidad? ¿Es el mundo más sano hoy que lo que era hace cincuenta años? Para responder esas preguntas, podríamos analizar uno de los tratamientos más frecuentes prescrito por los psiquiatras: las drogas psicotrópicas, esas que afectan la mente”.

La industria de las drogas psicotrópicas es colosal. Abarca una porción del total del negocio de las drogas de prescripción que para el año 1978 ya alcanzaba 16.700 millones de dólares en ventas al mayor dentro de las ventas globales y solamente de fabricantes norteamericanos.
Esta cifra no incluye las ventas de fabricantes suizos y otros europeos. Un excelente libro publicado en los Estados Unidos, denominado “El Tranquilizante de América” (“The Tranquilizing of America”) revela que la droga más frecuente prescrita, Valium, de los Laboratorios Roche, fue recetada más de 57 millones de veces en 1977, incluyendo las repeticiones. De acuerdo a un anuncio publicado en 1981 por Roche, casi 8 millones de personas, es decir, alrededor de un cinco por ciento (5%) de la población adulta norteamericana, usó Valium ese año. Sume a esta enorme cifra, decenas de millones de recetas para otros medicamentos psicotrópicos y descubriremos que una enorme cantidad de drogas alterantes de la mente y modificadoras de la conducta están consumiéndose cada año en los Estados Unidos. En 1977 por ejemplo, el número total de prescripciones para las veinte mayores drogas psicotrópicas de los Estados Unidos, sobrepasó los 150 millones. Esto significa la colosal suma de 8.350 millones de píldoras. Esos medicamentos están siendo recetados en cantidades similares hoy en día.

Schultz, Duane P., A History of Modern Psychiatry (new York, Academic Press, 1969), p. 45.

Este uso epidémico de drogas no es accidental. Las poderosas medicinas psicotrópicas son promovidas enérgicamente para la comunidad de médicos mediante anuncios publicitarios en lujosas revistas diseñadas en la Avenida Madison de New York tal como la “American Journal of Psychiatry”, y directamente a los médicos en diversos y numerosos talleres y seminarios patrocinados por las compañías productoras de drogas.
Hay una crítica realmente justificada en contra de la psiquiatría orientada hacia la droga, debido al creciente número de pacientes deteriorados y empeorados como resultado de su tratamiento psiquiátrico. Por ejemplo, es sorprendente el gran número de personas que cometen actos de violencia aparentemente absurdos y sin sentido, tales como asesinatos múltiples por disparos a la loca y otros actos espeluznantes que aparecen frecuentemente en los titulares de noticias, y que esas personas están siendo o han sido tratadas con drogas psicotrópicas.

Un ejemplo notable es el de John Hinckley Jr., quien estaba bajo la influencia de Valium cuando intentó asesinar al Presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan en 1981.
Tales coincidencias generalmente se explican indicando que esas personas estaban ya mentalmente trastornadas antes del episodio violento, y lo peor, que las drogas fueron incapaces de ayudarlos. En otras palabras, la crítica afirma que esos individuos antes del tratamiento no eran violentos en general, y que se transformaron en violentos sólo después del tratamiento. ¿Realmente los tratamientos psiquiátricos empeoraron su estado mental hasta el punto de hacerlos totalmente psicóticos?

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