sábado, 21 de enero de 2012

Para reflexionar...

LOS DIOSES DEL EDEN

Las mentes racionales tienden a buscar causas racionales para explicar los problemas humanos.
La guerra puede ser una herramienta eficaz por mantener el control social y político sobre una población grande.
La agresión parece ser una conducta universal relacionada a la supervivencia.

Las religiones de la antigua Mesopotamia, Egipto, y las Américas fueron dominadas por la adoración a “Dioses” de los cielos, con aspecto humano.

¿cómo es que antiguas civilizaciones del Viejo y Nuevo Mundo, ubicadas en lados opuestos de la Tierra, han llegado a parecerse tan estrechamente entre sí? ¿Por que las gentes de esas civilizaciones desarrollaron tales creencias religiosas notablemente similares?

Charles Fort es quizás el escritor más temprano del siglo veinte que sugirió seriamente que los extraterrestres han estado involucrados en los asuntos humanos.

Se piensa que nosotros somos propiedad. Hay quienes opinan que nosotros pertenecemos a algo: Que alguna vez, en un tiempo, esta tierra era Tierra de Nadie, que otros mundos exploraron y colonizaron aquí, y lucharon entre ellos por su posesión, pero que ahora es poseída por algo: Que ese algo posee esta Tierra y todos los demás están advertidos fuera de ella.

El libro de Jessup sugirió que muchos de los eventos Bíblicos eran los hechos de una raza de edad espacial, no de un Dios.(Morris K. Jessup)
Los únicos “extraterrestres” en los que se permitía a las personas creer eran los ángeles alados en túnicas blancas enviadas del Cielo por el gran Dios Jehovah.

Los seres humanos parece que son una raza esclava que languidece en un planeta aislado en una pequeña galaxia. Como tal, la raza humana fue una vez una fuente de trabajadores para una civilización extraterrestre y permanece todavía como una posesión. Mantener control sobre su posesión y mantener la Tierra como una especie de prisión de otra civilización ha engendrado interminables conflictos entre los seres humanos, ha promovido el decaimiento espiritual humano, y ha establecido en la Tierra incesantes condiciones de penalidad física.

LA IDEA que los seres humanos son una raza esclava, poseída por una sociedad extraterrestre, no es nueva.
Fue expresada hace miles de años, en las civilizaciones humanas registradas como más tempranas. La primera de esas civilizaciones fue la Sumeria: una sociedad notablemente avanzada que surgió en el valle de los ríos Tigris-Eufrates, entre 5000 y 4000 A.C., y floreció como una civilización importante alrededor de 3500 A.C.

Hasta recientemente, se pensaba que la antigua Sumeria era el sitio de la ciudad más temprana de la humanidad. La excavación ha revelado una ciudad en Jericó (cerca de la moderna Jerusalén) construida hace tanto tiempo como 7000 A.C. Casi nada es conocido acerca de esa ciudad.

Como otras sociedades antiguas que surgieron en la región de Mesopotamia, Sumeria dejó registros declarando que criaturas parecidas a humanos de origen extraterrestre habían gobernado la temprana sociedad humana, como los primeros monarcas de la Tierra. A menudo se pensó a esas personas alienígenas como “Dioses.” Algunos “Dioses” Sumerios, se decía que viajaban por los cielos y a través de los cielos, volando “globos” y cohetes como vehículos. Antiguas inscripciones pintan varios “Dioses” llevando gafas como indumentaria sobre sus ojos. Los sacerdotes humanos actuaban como meros intermediarios entre “Dioses” alienígenas y la población humana.

Sólo la palabra “Dios" contiene demasiado temor inmerecido. Los testimonios históricos y los de hoy en día indican que estos “Dioses” se comportan como “humanos”, como usted y como yo. El término “antiguo astronauta” los encasilla en el pasado distante, cuando, de hecho, ellos parecen haber mantenido una presencia continua todo el tiempo, hasta hoy. La etiqueta “extraterrestre” es demasiado ancha.

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