ÉXODO 20:18
Para que no se asuma que estas descripciones podrían ser de un volcán, otros avistamientos revelan que Jehovah era un objeto que se movía: Y el Señor iba delante de ellos de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de darles luz; para ir de día y noche:
Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.
ÉXODO 13:21-22
Éxodo 14:24, 40:34-38, y Números 19:1-23 contienen descripciones idénticas de Jehovah cuando él guió las tribus hebreas a la Tierra Prometida.
Los antiguos hebreos, testigos oculares responsables de las descripciones anteriores no pudieron conseguir una mirada más cercana a Jehovah. La Biblia señala que nadie fue permitido acercarse a los sitios de aterrizaje en la cima de la montaña de Jehovah, excepto Moisés y unos líderes selectos. Jehovah había amenazado matar a cualquier otro que lo intentara. Por consiguiente la Biblia temprana contiene sólo descripciones de Jehovah como lo vieron testigos oculares a distancia. No fue hasta mucho después que uno de los más famosos profetas de la Biblia, Ezequiel, que pudo conseguir una mirada más cercana y describir a Jehovah en mayor detalle.
La descripción de Ezekiel probablemente es el pasaje bíblico más a menudo-citado en la literatura OVNI. El relato detallado de Ezekiel de extraños objetos aéreos, ha creado especulación de tal intensidad que incluso un publicador de la Biblia, La Casa Tyndale, prologó su introducción del Libro de Ezekiel con el título, “Huesos Secos y Platillos Voladores?.”
Con el riesgo de aburrir a algunos lectores con aun otra repetición de las famosas palabras de Ezekiel, las reproduzco aquí para beneficio de aquellos que no están familiarizados con ellos:
“Ahora ocurrió en mi trigésimo año, en el cuarto mes, y yo estaba entre los cautivos por el río Chebar, que los cielos fueron abiertos, y vi visiones de Dios.
Y yo miré y observé, y he aquí venía del norte un viento tempestuoso, y una gran nube, con un fuego envolvente, y alrededor de él un resplandor, y en medio del fuego algo que parecía como bronce refulgente.
Y en medio de ella la figura de cuatro criaturas vivientes. Y esta era su apariencia: había en ellos semejanza de hombre. Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como planta de pie de becerro; y centellaban a manera de bronce muy bruñido.
Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus caras y sus alas por los cuatro lados.
Con las alas se juntaban el uno al otro No se volvían cuando andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante. Y ellos tenían las manos humanas bajo sus alas cuatro- al lado de. Sus alas fueron unidas juntas; y ellos no se volvieron cuando ellos fueron, ellos todos fueron sinceros.
Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de león al lado derecho de los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo había en los cuatro cara de águila.
Entre los seres vivientes corrían y volvían a semejanza de relámpagos. Mientras yo miraba los seres vivientes, yo vi cuatro ruedas en la tierra, uno por cada uno de las criaturas vivientes, con sus cuatro caras.
El aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del ámbar. Y las cuatro tenían una misma semejanza; su apariencia y su obra eran como rueda en medio de rueda. Y cuando andaban, se movían, hacia sus cuatro costados; no se volvían cuando andaban.
Y cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos; y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban.
Y sobre las cabezas de los seres vivientes aparecía una expansión a manera de cristal maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas. Y oí el sonido de sus alas cuando andaban, como sonido de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como el ruido de un ejército. Cuando se paraban, bajaban sus alas.
EZEQUIEL 1:1-25
La voz le dijo a Ezekiel que era el “Señor Dios.”
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