Se habla mucho del fin de la era del automóvil, puede que en el transcurso de unos veinte años o tal vez más, cuando se comience a acentuar la crisis del petróleo, veamos cierto decaimiento de esta industria a nivel mundial, pero los países desarrollados ya están tras los pasos de fuentes alternas de energía y han trabajado centrando sus investigaciones en combustible para automóviles usando hidrógeno, agua, aire liquido, mezcla de gasolina y alcohol, etc.
Indudablemente que dentro de estas alternativas hay una serie de variables aún por controlar o mejor dicho, con estudios inconclusos respecto a sus costos, consecuencias y sobre los subproductos generados.
Se supone que un vehículo que utilice como combustible hidrógeno generara agua por su escape y tomando en cuenta el alto volumen de circulación y una vez montada toda la infraestructura para su facilidad de uso, tal como la vemos en la actualidad con la gasolina, esto podría ocasionar a futuro un desbalance del agua en el ambiente, en la atmosfera y cómo podríamos avizorar desde ahora las consecuencias de esto.
En Osaka, Japón la empresa Genepax presento un automóvil cuyo combustible es agua, el mismo funciona con una celda conteniendo electrodos hechos con una membrana que disocia el agua en hidrogeno y oxigeno por reacción química, el hidrógeno alimenta un propulsor que genera 300 watios. Por ahora el propulsor tiene un costo de 18500 dólares.
Esta tecnología permitiría eliminar los costosos tanques de hidrógeno de alta presión y los convertidores de las celdas actuales.
Uno de los combustibles que ya se está usando como reemplazo de la gasolina, es la mezcla gasolina/alcohol o gasohol, una de sus consecuencias es la utilización de grandes extensiones de tierra para sembrar maíz y caña de azúcar para la producción de alcohol que luego se mezclaría con la gasolina, por eso debemos recordar que recientemente la población mundial alcanzo la cifra de 7.000 millones de seres que requieren alimentación.
La utilización de este tipo de combustible le quita tierras a la industria agro-alimentaria y si proyectamos el crecimiento poblacional dentro de los índices que se vienen manejando para el 2050 pudiera estar la población mundial cercana a los 10.000 millones. Estas mismas estadísticas hablan de 1200 millones de habitantes en hambruna en el 2009.
Como consecuencia de la escasez futura de petróleo habrá problemas con la producción de fertilizantes, químicos para combatir plagas y malezas en los sembradíos, el uso de estos insumos ayuda mejorando la productividad de las tierras.
Dejemos el pesimismo de lado, ya existe un vehículo automotriz cuyo combustible es aire, pronto los fabricantes saldrán al mercado con carros movidos por hidrógeno, varias empresas tienen los prototipos y los vehículos eléctricos ya circulan en algunas partes de Estados Unidos y Europa.
En 2009 circulaban en Estados Unidos cerca de 8 millones de vehículos con propulsión alternativa, los llamados vehículos flexibles que usan una mezcla de gasolina sin plomo con 85% de etanol denominado E85, este alcohol producido exclusivamente de maíz por lo que se usa en mayor proporción en los estados que siembran dicho cereal.
Ya está actualmente muy extendido el uso de vehículos llamados de biocombustible, los cuales usan gasolina y gas natural para vehículos o GNV, creo que la norma está establecida en Venezuela como obligatoria desde el 2010.
La dificultad va a radicar en los costos, no creo que se logre una fuente de energía tan económica como la del petróleo convencional a corto plazo.
Tendremos en un futuro no muy lejano una disminución de nuestro confort, a la sociedad moderna le esperan ciertos re-acomodos quizá recurramos al transporte masivo a todos los niveles para optimizar el uso de la energía y nos propongamos a usar en forma racional los recursos del planeta.
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