viernes, 3 de agosto de 2012

La utopia de Marx la irreal igualdad

Durante la vida de Marx, el conocimiento espiritual estuvo sometido a un estado de deterioro severo. La “salvación rápida” de los Protestantes y los embarazosos rituales practicados por casi todas las religiones, estaban comprensiblemente dirigiendo a mucha gente racional fuera de la religión en su conjunto. No es sorprendente que la validez de toda realidad espiritual comience a ser cuestionada. Este cuestionamiento conduce mucha gente a inclinarse a un enfoque estrictamente materialista de la vida; y Marx proporciona una filosofía para que mucha de aquella gente diera un paso en este sentido.

Aunque Marx conocía la existencia de la realidad espiritual, erróneamente estableció que la realidad espiritual era totalmente un producto de fenómenos físicos y materiales. En esta forma, las enseñanzas de Marx ayudaron a promover el objetivo Custodio expresado en el Libro del Mormón y en las tabletas primitivas de Sumeria, el cual es: causar una unión permanente entre el ser espiritual y cuerpos humanos. Los escritos de Marx dan aceptación a esta unión “científica”, sugiriendo que el espíritu y la materia no se pueden separar en absoluto.
La filosofía marxista añade que la realidad “sobrenatural”, (por ejemplo, la realidad existente fuera de los límites del universo material), no es posible. La utopía de Marx por lo tanto, equivale a un Edén Bíblico: un paraíso materialista en el cual todo el mundo es un trabajador sin rumbo hacia la libertad y el conocimiento espiritual; en otras palabras, una mimada prisión espiritual.

En la misma era en que el comunismo se estaba configurando como un movimiento organizado, la práctica bancaria estaba experimentando un desarrollo importante. A finales del siglo XIX, el nuevo sistema de papel moneda inflacionario ya era la norma establecida a través del mundo. Este sistema monetario todavía no estaba adecuadamente organizado a escala internacional, sin embargo, éste era el próximo paso, o sea: crear una red permanente de banco centrales por todo el mundo que estarían coordinados desde una simple localización fija.
Un especialista que escribió sobre este desarrollo, fue el finado Dr. Carroll Quigley, profesor de Harward, Princeton y en la Escuela de Servicio Exterior de la Universidad de Georgetown. El libro de Dr. Quigley: “Tragedia y Esperanza: una historia del mundo de nuestro tiempo”, logró gran fama porque fue usado por algunos miembros de la Sociedad John Birth, para probar sus ideas de “conspiración comunista”.

Poniendo a un lado esta notoriedad, encontramos que el libro del Dr. Quigley es exhaustivamente investigativo y de muy valiosa lectura. El Dr. Quigley no era un “conspirador aficionado” sino un profesor altamente respetado con credenciales académicas excepcionales. El libro del Dr. Quigley describe con gran detalle, el desarrollo y funcionamiento de la comunidad bancaria internacional para el establecimiento del sistema de papel moneda inflacionario a través del mundo. Demos una breve mirada a lo que el Dr. Quigley nos tiene que decir.

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