miércoles, 8 de febrero de 2012

Sigue...Los Dioses del Eden

(Ezequiel 2:4).”

La primera porción de la visión de Ezekiel se asemeja a las descripciones Bíblicas más tempranas de Jehovah: un objeto ardiente moviéndose en el cielo que emite humo. Cuando el objeto se acercó, Ezequiel pudo observar que la cosa estaba hecha de metal. Del objeto de metal salieron varias criaturas de aspecto humano, al parecer vistiendo botas de metal y cascos ornamentados. Sus “alas” parecían ser máquinas retractables que emitían un sonido retumbante y les ayudaba a volar a las criaturas volaran. Sus cabezas estaban cubiertas por vidrio o algo transparente que reflejaba el cielo arriba. Ellos parecían estar en alguna clase de vehículo circular o un vehículo con ruedas.

Podemos seguramente concluir, del pasaje anterior, que “Jehovah” no era un Ser Supremo. Él parece haber sido una sucesión de equipos de dirección Custodial operando en un lapso de tiempo de muchas generaciones humanas. Para dar fuerza a la obediencia humana, esos equipos usaron sus naves aéreas para perpetrar la mentira de que ellos eran “Dios.”

Los equipos Custodiales conocidos como “Jehovah” ayudaron a la Hermandad de la Serpiente a embarcarse en un programa de conquista para extender la nueva religión del “Dios único”. Moisés, el hombre escogido comandar a las tribus hebreas en su éxodo fuera de Egipto, hacia la Tierra Prometida, era un miembro de alta-clasificación jerárquica de la Hermandad. Una pista de este hecho viene de la propia Biblia, cuando nos dicen cómo se crió Moisés de niño: En aquel mismo tiempo nació Moisés, y fue agradable a Dios; y fue criado tres meses en casa de su padre. Pero siendo expuesto a la muerte, la hija del Faraón le recogió y le crió como a su propio hijo. Y Moisés fue enseñado en toda la sabiduría de los egipcios, y era poderoso en sus palabras y obras. HECHOS 7:20-22

El historiador egipcio y Alto Sacerdote, Manetho (el ca. 300 A.C.), DECLARA que Moisés había recibido mucha de su educación en la Hermandad bajo Akhenaton, el mismo faraón que abrió camino al monoteísmo:

Moisés, un hijo de la tribu de Levi [una de las tribus hebreas], educado en Egipto, iniciado en Heliopolis [una ciudad egipcia], se hizo Alto Sacerdote de la Hermandad bajo el reino del Faraón Amenhotep [Akhenaton]. Él fue elegido por los hebreos como su jefe, él se adaptó a las ideas de su pueblo, las ciencias y las filosofía que él había obtenido en los misterios egipcios; las pruebas de esto serán encontradas en los símbolos, en las Iniciaciones, y en sus preceptos y mandatos. .. El dogma de un “un sólo Dios” qué él enseñó, era la interpretación de la Hermandad egipcia y enseñanzas del Faraón que estableció la primera religión monoteísta conocida al hombre.‘ *

Este pasaje plantea la pregunta de cuándo ocurrió el éxodo judío de Egipto. Si Moisés era Alto Sacerdote de la Hermandad bajo Akhenaton, como declara Manetho, pero no condujo el éxodo sino hasta el reino de Rameses II, como lo creen tantos historiadores, luego Moisés debe de haber sido un hombre sumamente viejo en el momento del éxodo. (Rameses II no gobernó hasta casi cien años después de Akhenaton.) La Biblia, en Deuteronomio 34:7, declara que Moisés tenía 120 años cuando murió. Demandas de tal avanzada edad puede ser difícil de aceptar en nuestros días, pero si es verdad acerca de Moisés, entonces Manetho y los estudiosos modernos estarían en lo correcto con sus fechas.

Se encuentra fuerte evidencia para apoyar la declaración de Manetho, en las enseñanzas tempranas del Judaísmo, que era profundamente místico y utilizó muchos símbolos de la Hermandad. Muchas de esas enseñanzas místicas todavía se enseñan hoy en la Cabala judía: una filosofía secreta religiosa de rabinos judíos. La Cabala continúa utilizando una serie compleja de símbolos místicos. El logotipo nacional del Israel moderno, la Estrella de seis puntas de David, ha sido un símbolo de la Hermandad durante miles de años.

Los escritores humanos tempranos retrataron a menudo a “Dioses” Custodiales de la humanidad de como criaturas sanguinarias proclives a la excesiva violencia. Tristemente, esas lamentables cualidades no mejoraron con Jehovah. Durante el viaje de Egipto a la Tierra Prometida, Jehovah exigió una persistente obediencia de los hebreos. Muchos humanos se rebelaron y Jehovah reaccionó con extrema crueldad. Jehovah, según informes recibidos, en un tiempo mató a 14,000

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