Las antiguas civilizaciones de Mesopotamia registraron mucha de su historia en lápidas de arcilla. Sólo un fragmento de esas lápidas ha sobrevivido, sin embargo, ellos se las arreglan para contar una notable historia sobre los “Dioses” Custodios y su relación con el Homo sapiens.
Las lápidas describían vidas de interminable trabajo pesado, mientras “Dioses” llevaban a cabo operaciones de construcción, excavación, y minería en la Tierra. Los “Dioses” no estaban nada contentos con su parte. Ellos eran proclives a quejarse, a golpear por la espalda, y rebelarse contra sus líderes.
Se necesitaba una solución, y fue encontrada: de crear una nueva criatura capaz de realizar las mismas labores en la Tierra como los Custodios. Con este propósito en la mente, los “Dioses” Custodios crearon al Homo sapiens (el hombre).
Según los análisis modernos de registros fósiles, los Homo sapiens surgieron en alguna parte como una especie animal distinta, entre 300,000 A.C. y 700,000 A.C. Al progresar el tiempo, surgieron varias subespecies de Homo sapiens, incluso aquella subespecie a la que todos los seres humanos pertenecen hoy: El Homo sapiens sapiens.
Los Homo sapiens sapiens aparecieron hasta hace unos 30,000 años—algunos dicen que solo hace de 10,000 a 20,000 años. Esto plantea una importante pregunta: ¿estaban los sumerios refiriéndose al Homo sapiens o al Homo sapiens sapiens en sus historias de la creación? Allí parece no haber una respuesta firme. Excelentes argumentos han sido hechos de que ellos estaban refiriéndose al Homo sapiens original.
Las historias sobrevivientes más antiguas de la creación fueron escritas alrededor de 4000-5000 A.C. Es más probable que un verdadero registro de la creación de la humanidad sobreviviera de 5000 a 25,000 años, a que sobreviviera 295,000 años o más.
El registro antropológico revela que el Homo sapiens sapiens, apareció abruptamente en la Tierra.
El misterio de esta abrupta aparición se ahonda por otro enigma: ¿por que el hombre de Neandertal más primitivo (el Homo sapiens neandertalensis) de repente desapareció al mismo tiempo que apareció el Homo sapiens sapiens moderno? La evolución no es tan rápida. Los Sres. Howell y White ponderaron esta pregunta y concluyeron:
. . . la desaparición absoluta, casi abrupta de los Neandertales sigue siendo uno de los enigmas y problemas críticos en los estudios de la evolución humana.
La Enciclopedia Británica concurre:
Los factores responsables para la desaparición de los Neandertales es un problema importante al que, lamentablemente, no hay todavía ninguna solución clara.
Las historias sumerias de la creación ofrecen una clara solución al enigma, pero para mucha gente será difícil de aceptar: la súbita aparición del Homo sapiens sapiens, acompañada por la abrupta desaparición del hombre Neandertal fue causada por intervención inteligente. Podría conjeturarse que el hombre Neandertal, o fue exterminado o arrastrado fuera de la Tierra para hacer sitio para la nueva raza de esclavos, y quizás para prevenir cruces entre las dos subespecies. Cualquiera que fuese la verdad precisa de esto, nosotros sabemos dos hechos con certeza:
la antropología moderna ha descubierto un reemplazo súbito del hombre Neandertal con el hombre moderno, y los registros Mesopotámicos declaran que detrás de ese dramático evento, hubo una planificación inteligente hecha por una raza extraterrestre.
Los sumerios afirman que los primeros reyes humanos en la Tierra eran descendencia de los gobernantes Custodiales que se aparearon con las mujeres humanas. Esas uniones titularon a la descendencia medio-humana a convertirse en los tempranos monarcas en la Tierra. Así nació la idea de “sangre real” y la importancia percibida de mantener “cría” real apropiada para asegurar una continuada pureza de la línea de sangre real humana.
Eso es porque el cuento de Noé, que entrelaza muchas otras historias en el Antiguo Testamento, es tomado de escrituras Mesopotámicas más antiguas.
Los autores bíblicos simplemente alteraron los nombres y cambiaron muchos “Dioses” de las escrituras originales en un solo “Dios” o “Señor” de la religión hebrea.
Las escrituras Mesopotámicas tempranas nos dieron otra famosa historia del Antiguo Testamento: el cuento de Adán y Eva. La narrativa de Adán y Eva también es derivada de fuentes Mesopotámicas más tempranas, que describen la vida bajo los “Dioses” Custodios. El “Dios” o “Señor Dios” de la historia de Adán y Eva de la Biblia puede, por consiguiente, ser traducida para...
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