Luego del asesinato de guiteras, el dogma del terror como arma política retoño mas tarde en la mente de Fidel Castro. Cuando Castro llegó a la adolescencia, su padre ya era un hombre acomodado y lo envió a estudiar secundaria como interno al colegio Belén, este instituto era regentado por sacerdotes jesuitas provenientes de España donde habían padecido la sangrienta guerra civil. Para estos sacerdotes lo peor eran los norteamericanos que los habían humillado escondidos tras los valores humanistas de occidente. Su admiración por Martí lo hizo partidario de la idea de la unión hispanoamericana y de los planteamientos de Simón Bolívar. Fuera de lo académico, era un amante de la violencia y se sentía predestinado por una fuerza superior para hacer cosas grandes. Fidel admiraba a Guiteras por el amor de este a la violencia.
Al terminar sus estudios de secundaria en el colegio, Fidel Castro ingreso a la facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, su objetivo era convertirse en un hombre de acción dedicado a la política. Para ello, primero planeaba unirse a las pandillas de gatillos alegres y tener una base de operaciones. Luego trataría de controlar la Federación de Estudiantes (FEU). Lo más importante de esta etapa era la experiencia y el prestigio viril que ganaría en combates callejeros liderando pandillas armadas.
Una de sus alternativas dentro de la universidad era su idea de la unión hispanoamericana la cual consideraba como algo viable, pero para impulsarla tenía que controlar Cuba como base de operaciones y a Venezuela como fuente de financiamiento. Los norteamericanos ocuparon militarmente la isla hasta 1902 y al retirarse le concedieron la libertad, pero incluyeron en su constitución la enmienda Platt. Con ella los EEUU se arrogaron el derecho de intervenir en Cuba cuando lo creyeran necesario. Con esto los yanquis causaron una profunda herida en la psiquis del pueblo cubano. Fidel nunca olvido esta afrenta y se considero llamado por el destino a vengarla. Las circunstancias convirtieron a Fidel desde muy joven en un furibundo promotor de la integración hispanoamericana y en un fiero enemigo de los norteamericanos.
Intenta ingresar a la banda más poderosa, cuyo cabecilla era Manolo Castro, quien a la vez era el presidente de la FEU. La banda de Manolo era el Movimiento Socialista Revolucionario (MSR). Fidel imagino que luego de unirse a esa cuadrilla podía controlarla y convertirse en su jefe. Para su sorpresa, su solicitud de ingreso fue rechazada por Rolando Masferrer, uno de los jefes de la pandilla. Uniéndose así a la segunda banda en importancia: la Unión de Izquierda (UIR) dirigida por Emilio Tró, pero allí Fidel no pasó de ser un pistolero más, y no el jefe de pandilla que quiso ser. Tampoco logro ser presidente de la federación de estudiantes, solamente le quedaba la senda de la violencia para destacarse en su pandilla.
Dentro del UIR, Fidel organizo un grupo compuesto por sus secuaces más cercanos, así estaban Rafael Del Pino Siero, Orlando García Vázquez y Gustavo Ortiz Fáez. Con su grupo Fidel participo en varios enfrentamientos armados siendo acusado de dos asesinatos. En septiembre de 1947 Emilio Tró, el jefe de la banda UIR a la cual pertenecía Fidel, fue asesinado a balazos junto con cuatro de sus secuaces en Marianao. Fidel acuso a Manolo Castro por su muerte. Manolo es asesinado, Fidel fue señalado como el autor junto con Gustavo Ortiz Fáez, uno de sus guardaespaldas. Estos cargos no pudieron ser probados por lo cual quedo en libertad.
En vista del crecimiento de la guerra fría, los norteamericanos deciden promover la creación de la OEA, siendo designado el general George Marshall como presidente de la conferencia, en vista de eso, los argentinos y rusos no vieron con buenos ojos el plan norteamericano y para oponerse Stalin y Perón financiaron una conferencia de estudiantes latinoamericanos contrarios a la OEA en Bogotá, que coincidiría con la organizada por los Estados Unidos. Rusia y Argentina formaron pareja para enfrentar la influencia norteamericana en la región.
El objetivo de los estudiantes era sabotear la instalación de la naciente OEA. La ceremonia de fundación de la OEA en Bogotá fue programada para el 8 de abril de 1948. El plan era instalar una conferencia paralela con estudiantes comunistas y organizar brigadas de choque en la calle para crear disturbios del orden público. Alfredo Guevara, el líder comunista de la Universidad de La Habana fue el encargado de designar a los participantes, como era a su vez secretario de la federación de estudiantes era muy amigo de Fidel. Los seleccionados fueron el propio Guevara, Enrique Ovares y dos pistoleros de la banda UIR: Fidel Castro y Rafael Del Pino Siero, ambos violentos y diestros en el uso de las armas.
Rafael Del Pino Siero y Fidel Castro recibieron instrucciones sobre cuál sería su tarea en Bogotá, Fidel pidió que se le permitiera hacer escala en Caracas en su travesía a Bogotá. Este toque en Caracas de Fidel era con la finalidad de conocer al expresidente de Venezuela Rómulo Betancourt quien pocos días antes había entregado la presidencia a Rómulo Gallegos.
Finalizando 1946 Betancourt había convocado a una reunión privada al político y escritor dominicano Juan Bosch, quien había estado asilado en Caracas. El presidente venezolano le propuso que fuera el jefe de una invasión a Republica Dominicana, que Venezuela financiaría secretamente. Fidel que andaba buscando la forma de adquirir notoriedad, se entera en la universidad a mediados de 1947 que se estaba cocinando un proyecto de invasión de Republica Dominicana, pidiéndole a Juan Bosch que lo dejara participar en el proyecto como voluntario y este es aceptado, esta invasión fracaso pero habiéndose enterado Fidel que el presidente venezolano era el financista del proyecto siempre quiso conocerlo.
A Fidel le interesaba reunirse con Betancourt para presentarle el plan de invasión aunque solo contaba con 21 años estaba seguro que él podía hacer algo mejor organizado contra Trujillo quien gobernaba en dominicana, el viaje a Colombia le brindaba esa oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario