Lo más
lógico sería, que si son seres vivientes, inteligentes y que hayan logrado un
sobresaliente desarrollo a nivel tecnológico, pudiesen pensar en caso de no poder escapar de una
destrucción segura de su civilización, en sembrar vida en otro mundo más seguro, que
pudiese haber sido La Tierra.
Así
estaríamos hablando de una hipótesis dentro de la comunidad científica conocida
como Panspermia Dirigida.
El ADN humano presenta
una complejidad en su estructura y diseño que ha llevado a los máximos expertos
en genética a esbozar diferentes teorías para explicar su origen. Pero lo que
poca gente sabe es que científicos de alto nivel, incluyendo a Francis Crick,
uno de los descubridores de las dos hélices del ADN, admiten que solo
existe una opción: el intervencionismo. Alguien hace miles, quizás millones de
años, implantó la vida en la tierra diseñando nuestro código genético con unos
fines que desconocemos. Esta teoría encaja perfectamente con lo que un grupo de
científicos e investigadores defienden; otras razas nos "fabricaron"
en un pasado remoto.
Para muchas personas el
mundo probablemente signifique el desarrollo gradual de muchas especies
vivientes, posiblemente a lo largo de las líneas propuestas por Charles Darwin
en su tratado “El Origen de las Especies” para ello tendríamos que considerar
la evolución en un amplio contexto.
Basándonos en esta
consideración tendríamos que regresar en el tiempo, hasta el momento del largo
desarrollo del universo antes de que apareciera la vida y miráramos el origen y
desarrollo de la materia misma, pero dentro de esta temprana evolución, la vida
podría nunca haber arrancado.
Tratando de hallar una
explicación de cómo comenzó la vida actual se han dado considerables debates
que aún continúan, el modelo más popular supone que la atmosfera primordial
consistió de una mezcla de hidrogeno, amoniaco, metano, dióxido de carbono,
sulfuro de hidrogeno, vapor de agua y otros gases simples, las formaciones de
diferentes compuestos químicos se originaron por combinaciones de átomos más
ligeros tan pronto la tierra se enfrió hace unos cuatro billones de años.
Esta teoría esta
soportada por un experimento ahora clásico llevado a cabo en 1953 por Stanley
Miller, en aquel tiempo un estudiante graduado de la Universidad de Chicago. En
un frasco en su laboratorio el creo una “Sopa Primordial” de agua, metano,
nitrógeno, amoniaco y trazas de hidrogeno la cual sometió a chispas eléctricas,
simulando relámpagos, luego de horas una gran variedad de sustancias orgánicas
tales como azucares, aldehídos, ácidos carboxílicos y aminoácidos se formaron,
algunos de ellos son los componentes básicos de la vida en este planeta.
Sin embargo, la
hipótesis de la sopa primordial no se puede seguir sosteniendo puesto que allí
se formaron hidroxiácidos y proteínas, pero los componentes indispensables para
la formación de la vida nunca llegaron a crearse, estos son los ácidos
nucleicos.
Construir aminoácidos no
es condición Sine quanon para crear la vida. Hay que unir muchos aminoácidos
para producir una proteína con una actividad biológica útil. La dificultad
consiste en que químicamente implica la eliminación de una molécula de agua por
cada aminoácido unido a la creciente cadena de proteínas, y a la inversa, la
presencia de agua inhibe a los aminoácidos para que formen proteínas. El
darwinismo es un marco inadecuado para comprender los sistemas bioquímicos
complejos.
Crick considera que el
origen del ADN es una estructura sumamente compleja, imposible de surgir de la
sopa primordial. La posibilidad de que los aminoácidos puedan formar la célula
del ADN debió ser creada por alguna clase de inteligencia. La vida en la tierra
tampoco pudo haber llegado usando como medio de transporte un meteorito. De
allí surge la hipótesis de Panspermia Dirigida.
El reto de la bioquímica
a la evolución, por lo que a la evolución
darwiniana debe discutírsele a nivel molecular, Michael Behe considera
que el darwinismo se ha encontrado su caja negra en los procesos bioquímicos,
ya que cuando trata de explicar el origen y los mecanismos de estos fenómenos,
se vuelve ineficaz para abordarlos.
La teoría de que los
organismos fueron deliberadamente transmitidos a la tierra por seres inteligentes
de otro planeta, los científicos Francis Crick y L. Orgel concluyen que es
posible que la vida alcanzo la tierra de esta manera, pero que la evidencia
científica es inadecuada actualmente como para decir algo acerca de esa
probabilidad.
Se supone que hace unos
3800 millones de años una nave extraterrestre sembró la vida en la tierra. En
1996 se publica la teoría que contradice la caja negra de Darwin, se refiere al
flagelo que es un largo filamento formado por la flagelina de gran complejidad
en cuanto a su estructura y que forma parte de la célula. Aquí la buena y
antigua evolución gradual darwinista no puede explicar el origen del transporte
celular.
No existe ninguna
evidencia que la vida se haya desarrollado en la tierra. Fuimos creados por
seres con grandes conocimientos que pueden considerarse como formadores de
vida. La humanidad debe revelarse de estos dogmas, el ADN es la más compleja
estructura de ingeniería.
José Mendoza
13-11-2014.
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