La prehistoria neolítica termina dando paso a la historia, cuando el hombre decide agruparse y vivir en comunidades, se forman núcleos humanos, es decir comienzan a formarse las ciudades, aparece la escritura y de allí las comunicaciones. Así es como comienzan a destacarse los sumerios de otras culturas de su época, esto ocurrió alrededor de 7.000 años antes de Cristo.
Pero para que esto ocurriera fue necesaria la confluencia de dos factores primordiales:
Factores geográficos: la aglomeración de núcleos de población en la región entre El Tigris y El Éufrates, la presencia de agua contribuyo enormemente a la aparición de la agricultura, la utilización de adobe como material para la construcción y el uso del agua como medio de transporte para trasladarse a través de ríos y canales.
Factores sociales: los excedentes de la agricultura provoca la especialización de los individuos, aparece el intercambio de mercancías y la artesanía. El mejor lugar para intercambiar era sin lugar a dudas los núcleos urbanos, las ciudades. Hacen su aparición diferentes clases sociales, según su riqueza y función. Aparecen grandes señores y sacerdotes que pronto acaparan el poder. Este es el origen de la historia.
Sumeria estuvo situada al sur del actual Irak, en la nombrada Mesopotamia de nuestros estudios de historia en la escuela primaria, y allí se originan las religiones.
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