Por
lo tanto, tenemos las razas escandinavas, que fueron instaladas por los
fenicios y otros pueblos de la misma herencia genética y ubicación general. Es
también el origen de la tontería de la "Raza Superior" Aria que
obsesionaba a los Nazis y las sociedades secretas que los crearon. El héroe de
la sociedad secreta Francmasónica hasta el día de hoy es el mítico Hiram Abif,
el supuesto constructor del templo del Rey Salomón. Se supone que Abif fue un
fenicio. El abuelo del famoso faraón egipcio Akenatón, el padre de Tutankamón,
era un sumo sacerdote fenicio.
El
ave fénix, el ave mítica de Egipto, era de hecho el ave del Sol de los
fenicios, el emblema del dios del Sol, Bil o Bel, y como ha sido simbolizado
después, un pavo real o un águila. Pruebas han aparecido en los últimos años
sobre pirámides en Marte, cuando los científicos de la NASA, Vincent
DiPietro y Gregory Molenaar, descubrieron seis pirámides enormes
como aquellas en Egipto en la región de Cydonia de Marte. Tendría
sentido que la misma raza marciana con los mismos conocimientos también
construiría pirámides cuando vinieron a la Tierra, y lo mismo puede ser dicho
de los Anunnaki si, como Zecharia
Sitchin especula
y estoy de acuerdo, tenían colonias en Marte.
Los fenicios no estaban confinados al Mediterráneo y al Medio Oriente.
Desembarcaron en Gran Bretaña alrededor de 3.000 AC e inconfundibles artefactos
fenicios han sido encontrados en Brasil, tanto como posibles restos egipcios en
el Gran Cañón en América. Los fenicios desembarcaron en el Continente Americano
miles de años antes de la manufacturada "rueda de fotografía" mejor
conocida como el viaje de Cristóbal Colón.
La
razón de que las leyendas nativas del Continente Americano hablan de
"dioses blancos" altos que vienen desde el mar trayendo conocimientos
avanzados es porque eso es precisamente lo que ocurrió, si usted se olvida del
pedazo de los dioses. Eran la raza aria y los reptil-arios del este
desembarcando en el Continente Americano hace miles de años, la misma raza aria
o "dioses" quienes los sumerios dijeron que les dieron su
civilización después de la inundación. Esto es también el porqué de que los
posteriores invasores blancos que siguieron a Colón estaban asombrados de
descubrir que los pueblos nativos del continente americano tenían las mismas
historias y mitos religiosos básicos que ellos.
Esto
es perfectamente explicable ahora. Venían del mismo origen-la raza aria
conocida como los fenicios entre muchos otros nombres como sumerio e hitita con
los linajes reptil-arios dentro de ellos. También parece haber habido una
invasión reptil directa en el pasado del Continente Americano. La evidencia de
una raza avanzada que conocía el Continente Americano existe, viene con mapas con siglos de viejos como el mapa Hadji Ahmed Portolan,
compilado en 1519, que retrata el continente norteamericano con una amplia
calzada elevada conectando Alaska y Siberia.
También
hay un dibujo exacto de una Antártida libre de hielo.
La llegada de los fenicios arios en Gran Bretaña también corresponde con la
construcción de los grandes círculos de piedra y observatorios como Stonehenge
y Avebury en Wiltshire, aunque algunos investigadores dicen que fueron
construidos mucho antes. Los fenicios-sumerios avanzados, que tenían unos
conocimientos muy desarrollados de astronomía, astrología, geometría sagrada,
matemática y la red de líneas de fuerza magnética de la Tierra conocida como la
cuadrícula de energía global, tenían todos los conocimientos necesarios para
construir estas grandes estructuras.
L.
A. Waddell
dijo que encontró marcas sumerias en una de las piedras en Stonehenge. El
Profesor Alexander Thom, Profesor Emérito de Ciencia de la Ingeniería en
la Universidad de Oxford de 1945 a 1961, descubrió que los antiguos que
construyeron Stonehenge sabían de los principios geométricos y matemáticos
"Pitagóricos" miles de años antes de que Pitágoras naciese. Thom
explicó en su libro de 1967, Sitios Megalíticos en Gran Bretaña, que las
piedras no sólo formaban dibujos geométricos en y alrededor del círculo,
también se alineaban a características en el paisaje circundante y a las
posiciones del Sol, la Luna y estrellas prominentes en momentos particulares,
particularmente donde el Sol aparecía o desaparecía en el equinoccio o el
solsticio y donde la Luna estaba en las posiciones extremas de su ciclo. Era un
reloj astronómico gigantesco, dijo. Pero es más que eso.
Es
un receptor y transmisor de energía. La cuadrícula magnética de la Tierra, o cuadrículas,
consiste de líneas de energía magnética conocidas como las líneas de Ley,
meridianos o líneas del dragón para los chinos. Donde estas líneas se cruzan,
la energía se mueve en espiral en un vórtice y donde muchas líneas se cruzan
usted tiene un vórtice enorme de energía. Éstos son los lugares de poder, los
sitios sagrados de los antiguos que sabían de este sistema. El vórtice, o
espiral, es una constante en todo el universo. Nuestra galaxia es una espiral,
el agua se mueve hacia abajo, el pelo crece en una espiral en la coronilla,
la molécula de ADN que lleva nuestro esquema genético es una espiral doble.
Brian
Desborough,
mi científico amigo de California, me dijo que hay un punto sobre una de las
cuadrículas de la Tierra, la cuadrícula de Hartmann como se le llama,
donde doce de estas líneas de fuerza se reúnen y bajan dentro de la tierra.
¿Dónde estaba eso?. Pregunté. "Un lugar llamado Avebury en
Inglaterra" dijo. El mismo lugar que los avanzados fenicio-sumerios eligieron
para construir sus círculos de piedra hace al menos cinco mil años junto con
una serie de sitios circundantes, incluyendo Silbury Hill, el mayor
túmulo hecho por humanos en Europa, y otros como West Kennet Long Barrow.
Éstos
forman una suerte de "tablero de circuitos" en el corazón de la
cuadrícula de energía que afecta fundamentalmente la naturaleza del campo
magnético de la Tierra. Viví cerca de Avebury por dos años y es un lugar
increíblemente poderoso si usted es sensible a la energía. Es también el área
donde la mayoría de los "círculos en los cultivos" o con más
exactitud, formaciones en los cultivos (agroglifos), han aparecido,
particularmente el más complejo de ellos.
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