miércoles, 31 de octubre de 2012

Las drogas psicotrópicas tienen efectos secundarios letales

Las consecuencias de estas son significativas. Se han conocido casos en que esas drogas han empeorado seriamente el estado mental de una persona o han causado problemas mentales mucho más graves que los que presentaba en un principio el paciente.

Como anotamos, los médicos recetan esas drogas porque las reacciones adversas severas anunciadas sólo ocurren en una minoría de casos y muchos de los efectos secundarios son reversibles al descontinuar la droga. Sin embargo, el camino dejado atrás por muchas reacciones adversas puede ser largo. Una persona sufriendo un ataque psicótico, sea por estrés emocional o por una droga, puede llevar largo tiempo en recuperarse. Mientras tanto, puede hacerse considerable daño a sí mismo o a otros. Cuando consideramos la enorme escala sobre la cual son recetadas esas drogas, aun cuando sea un pequeño porcentaje de pacientes los que sufren una severa reacción psicológica, será un gran número de individuos los que la sienten. Esto explica inmediatamente el acertijo, el acertijo de por qué algunos enfermos mentales parecen “marcharse a un profundo fin” después del tratamiento.

Lamentablemente, poca gente culpará a la droga aún en casos donde la droga puede ser la causa; en su lugar culparán al paciente, —él se pasa todo el tiempo balanceándose cerca del borde de la azotea—, o la sociedad, —mira cómo la sociedad ha enloquecido a este pobre individuo—. La gran tragedia es que algunos niños pueden afectarse por esto. Muchas escuelas y centros médicos son rápidos en dar poderosos psicotrópicos para tratar problemas de niños y adolescentes.
Se argumenta que el número de personas que son mejoradas por las drogas excede en mucho a aquellos que son empeorados. La defensa cita estadísticas señalando que las drogas posibilitan a muchos pacientes el abandono de instituciones psiquiátricas y el regreso a la comunidad más rápido.

Las drogas psicotrópicas parece que capacitan a algunas personas para mantener sus síntomas psicológicos bajo control hasta el punto que pueden llevar una vida útil en sociedad. La cuestión es: ¿a cuál costo se obtienen esos aparentes beneficios?
Como muchos psiquiatras saben, las drogas psicotrópicas raramente curan la enfermedad mental. Ellas, simplemente suprimen los síntomas. A este respecto, los psicotrópicos son como las medicinas “frías”, las cuales hacen que la persona se sienta mejor y aparentemente saludables, pero que raramente curan la enfermedad subyacente misma.
Cuando una persona se le quita el medicamento, generalmente reaparecen los síntomas. El paciente no funciona mejor que como lo hacía antes y aun puede empeorar por sufrir los efectos de las drogas.

 Dec. 1981, adv. Insert.

En consecuencia, muchos psiquiatras no hablan de “curación” sino de “mantenimiento”. La psiquiatría se jacta de una rata de “curación” baja, pero de una alta rata de “mantenimiento”. Tanto tiempo como las fábricas vomiten píldoras, las drogas de “mantenimiento” pueden continuar.
¿Es esto bueno para el paciente? ¿A la larga, realmente la sociedad está siendo ayudada?
El peligro con la psiquiatría orientada hacia el mantenimiento es que la enfermedad mental es, en cierto sentido, contagiosa. Este hecho se hace más evidente en el fenómeno de la psicología de masas así como en otras circunstancias. Si la gente no está realmente siendo curada de la enfermedad mental sino que se le está enmascarando sus síntomas, y entre tanto la aberración mental se expande por otras causas, de esto sigue que la enfermedad mental probablemente aumentará en cualquier sociedad confiada a las drogas como terapia.

Si los psicotrópicos están también arrastrando a miles de personas cada año dentro de un laberinto psicológico más profundo debido al peligroso efecto secundario, podemos ver que los riesgos de la psiquiatría orientada hacia las drogas empujan a la sociedad hacia la ruina, ya que los psicotrópicos constituyen la principal forma de terapia en la mayoría de las instituciones
psiquiátricas de hoy.
El peligro de las drogas psicotrópicas duras es aumentado por otro factor. La comunidad psiquiátrica enfrenta un gran problema con la anormal y alta rata de suicidios de sus médicos practicantes. Los psiquíatras en los Estados Unidos mantienen una rata de suicidios seis veces más alta que la población en general. El más alto porcentaje de aquellas muertes auto-inducidas sucede en médicos que trabajan en hospitales mentales. Esta alta rata de suicidios es vista muchas veces como un riesgo ocupacional causado por la frustración y por el continuo contacto psiquiátrico con la enfermedad mental. Cualquiera que pueda ser la causa, esta estadística de suicidios es una razón para tomar en cuenta en relación al bienestar del enfermo mental. Los suicidios generalmente son precedidos por un período de declinación de la salud mental.

Es muy raro encontrar a una persona bien ajustada y genuinamente estable cometiendo suicidio. Una de las mayores tareas de un psiquiatra es el diagnóstico preciso y el tratamiento apropiado, ya que una de las manifestaciones más común de la enfermedad mental es la visualización de los
Problemas en otra gente, Por lo tanto, un psiquiatra en estado de pre-suicidio se expone a ser la fuente de crueles diagnósticos equivocados porque le puede diagnosticar a un paciente lo mismo que realmente está sufriendo él. Debido a que un diagnóstico errado y un mal tratamiento pueden arruinar la vida de una persona, especialmente en el ambiente de un hospital donde se usan poderosos psicotrópicos, terapia de choque y psico-cirugía, es vital que los tratantes psiquiátricos y técnicos estén genuinamente sanos, social y bien ajustados. Desgraciadamente, una gran minoría de ellos no lo está.

El uso epidémico de drogas psicotrópicas, crea además otro significativo problema. El abuso de las drogas está considerado una de las mayores enfermedades sociales de hoy. Las agencias encargadas de la aplicación de la ley gastan una enorme cantidad de dinero y tiempo para combatir la droga. La batalla contra el abuso de las drogas está basada en la filosofía que la gente no debe tomar drogas ilegales por que altera su estado mental y su comportamiento.
La psiquiatría moderna derrota esta campaña.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Mucho cuidado con el uso de drogas psicotrópicas

Uno de los grandes triunfos de la U.S. Food and Drug Administration, —USFDA— es el requisito que todos los fabricantes de drogas están obligados a cumplir: poner en una lista todos los efectos secundarios o “reacciones adversas” conocidas que sus drogas han causado.
Esta revelación obligatoria pone en alerta a los médicos de los posibles peligros y los guía en conocer o saber cuándo quitar una droga a un paciente. Desgraciadamente, cuando una reacción adversa se hace visible al doctor, ya el daño puede haber sido hecho. La mayoría de las reacciones adversas desaparecen cuando se descontinúa la medicina, pero algunos efectos secundarios pueden hacerse permanentes y causar complicaciones duraderas. Esto es especialmente preocupante cuando descubrimos que muchas de las reacciones adversas son psicológicas.

Una persona común que abre una copia de la revista Journal of Psichiatry y ve por primera vez el anuncio de un medicamento, puede reaccionar con un choque, no sólo por la ingeniosa presentación del producto para la venta, sino por lo que dice la letra pequeña.
Cada medicamento psicotrópico publicitado viene acompañado de una larga lista de reacciones potenciales físicas y psicológicas adversas. La mayoría de los efectos secundarios de la lista están redactados en términos médicos incomprensibles para el lego. Sin embargo, muchos de ellos son bastante entendibles. He aquí un muestrario de reacciones adversas potenciales enlistadas a medicamentos psicotrópicos populares, publicitados y recetados en la década de los ochenta.

La droga SURMONTIL (Laboratorios IVES) a la cual se le hace promoción como droga para ayudar a una persona a superar los síntomas de la depresión, enlista entre sus posibles efectos secundarios:
Estados de confusión (especialmente en ancianos) con alucinaciones, desorientación, delirio, ansiedad, inquietud, agitación, insomnio y pesadillas, hipomanía (excitación anormal); exacerbación (intensificación) de la psicosis.
HALDOL (Mc.Neil Pharmaceutical) es presentada como una forma de manejar un paciente con agitación aguda. Esta puede causar:
insomnio, ansiedad, inquietud, euforia, agitación, depresión, somnolencia, letargo, cefalea, confusión, vértigo, ataque de apoplejía y exacerbación de signos psicóticos incluyendo alucinaciones y estados de comportamiento semi-catatónicos.
THORAZINE, presentado como medicamento para manejar adultos y niños psicóticos, pertenece a una clase de droga conocida por causar lo siguiente:
síntomas psicóticos, estados semi-catatónicos, edema cerebral (exceso de fluidos en el cerebro), ataques convulsivos, anormalidad del líquido proteínico cerebro-espinal…Nota:
muerte repentina en pacientes tomando fenotiazinas (la clasificación de drogas a la cual pertenece Thorazine) aparentemente debido a paro cardíaco o asfixia ocasionada por una falla del reflejo de la tos. Esto ha sido reportado pero no se ha establecido ninguna relación causal.

La última frase de la lista anterior es un trozo notable de un doble discurso. Establece que el dar a alguien esta clase de droga ha coincidido con su muerte repentina, pero el productor de la droga niega que haya alguna evidencia de que haya sido la droga la responsable de las muertes. ¡No hay duda que sólo fue una extraordinaria coincidencia la de que algunas personas hayan sufrido paros cardíacos o fallas en el reflejo de la tos en el tiempo en que tomaron la droga! ¡Efectivamente, el destino debe trabajar en forma misteriosa!
STELAZINE, otra droga de Smith Kline, presenta una lista con muchas de las mismas reacciones adversas del Thorazine, y añade:
“hipertensión (algunas veces fatal), paro cardíaco”, a su larga lista de reacciones medicamentosas adversas. La droga se presenta como un “clásico anti-psicótico”
NORPRAMIN (Merrel Dow Pharmaceutical Inc.), pone una lista con las mismas reacciones adversas indicadas anteriormente para la droga Surmontil, pero añade “obstrucción del corazón, ruptura del miocardio y apoplejía”.

The American Journal of Psychiatry (Washington, American Psychiatric Assn), August 1981, advertising insert.  Dec. 1981, p. A56.  Dec. 1981, p. A28.  Dec. 1981, p. A35. Oct. 1981, adv. insert.

La misma droga relativamente “suave”, VALIUM, tan ampliamente recetada hoy día, advierte:
“reacciones contradictorias tales como estados hiper-excitados agudos; ansiedad, alucinaciones, incremento de espasmos musculares (calambres), insomnio, enojo, perturbaciones del sueño y estimulación, han sido reportados. Si eso ocurriera, suspenda la droga ”.
Las drogas presentadas aquí son sólo una muestra. Casi todos los medicamentos anunciados en la publicación “American Journal of Psychiatry”, tienen una larga lista de idénticas o similares reacciones adversas potenciales.