jueves, 28 de junio de 2012

Fuerte oposicion a la creacion del banco central en Usa

Esta cuestión es hoy en día (2012) especialmente relevante cuando los Estados Unidos enfrenta una descomunal deuda de más de dos billones de dólares, es decir: dos millones de millones de dólares, o en cifras, $ 2.000.000.000.000, y una enorme carga impositiva a sus ciudadanos, mucho más alta que cualquiera de las que concibió la Corona Británica para imponer a los colonos en el siglo XVIII.
Aunque los planes de Hamilton fueron ampliamente exitosos, no lo fueron sin una considerable oposición. Dirigiendo la lucha en contra del establecimiento de un banco central de propiedad privada estaban James Madison y Tomas Jefferson. Ellos querían que fuera el Gobierno el emisor del dinero nacional, no un banco central. En una carta el 13 de Diciembre de 1803, Jefferson expresó su fuerte opinión sobre el Banco de los Estados Unidos, de esta forma:
“Esta institución es una de las más mortalmente hostil existente contra los principios y formas de nuestra Constitución.”
Y luego añade:
“…..una institución como esta que penetra con sus tentáculos por todas partes de la Unión, actuando por órdenes y al unísono, puede en un momento crítico trastornar al Gobierno. Yo considero que ningún gobierno está seguro si está bajo el vasallaje de cualquier autoridad auto-constituida, o de cualquier otra autoridad que no sea la Nación o sus funcionarios regulares.”

Aunque una de las objeciones de Jefferson para con el Banco Central descansa en su preocupación de que un banco tal pueda ser una obstrucción durante tiempo de guerra, no obstante eso, él estaba planeando con visión de futuro los efectos que una institución tal podría ocasionar. No sólo los bancos centrales de los Estados Unidos crearon el gran pánico financiero en 1893 y 1907, sino que la fraternidad financiera operando el Banco Central de los Estados Unidos de América, ha ejercido y continúa ejerciendo en la actualidad una enorme influencia en los asuntos de los Estados Unidos, especialmente en los Asuntos Exteriores, exactamente como Jefferson lo había alertado.

Fue la poderosa influencia de Jefferson, incidentalmente, la que causó el aplazamiento por cinco años la renovación de la autorización del banco en 1811.
Hemos terminado viendo a la Revolución Norteamericana en algo menos que una luz optimista. Sin embargo, hubo una poderosa influencia humanitarista trabajando dentro del circulo de los Padres Fundadores, la cual debe ser conocida.
Los Estados Unidos es uno de los países más libre hoy en día como consecuencia directa de esta influencia, aunque los norteamericanos todavía están lejos de ser uno de los pueblos completamente libre.

Los fundadores norteamericanos afirmaron libertades importantes, especialmente aquellas como: la de expresión, de reunión y religión. Fue creada una excelente Constitución para los Estados Unidos que ha probado ser altamente funcional en una gran y diversa sociedad. El genocidio que parecía acompañar a toda actividad política de la primitiva Hermandad está visiblemente ausente en la Revolución Norteamericana. Los francmasones norteamericanos de hoy están orgullosos del papel que sus hermanos jugaron en la creación de la nación norteamericana, y fue así. La chispa del humanitarismo que periódicamente resurge en la red de la Hermandad con seguridad lo hizo otra vez durante la fundación de la república norteamericana.

Si fuéramos a nombrar unos pocos de los más importantes humanitaristas entre los Padres Fundadores, podemos mencionar figuras bien conocidas como Thomas Jefferson, James Madison, Patrick Henry y Richard Henry Lee.

 Ford, Paul Leicester (ed.), The Works of Thomas Jefferson (New York, G. P. Putnam´s Sons, 1905), vol. X, p. 57.

Unos de los Padres Fundadores más importante y raramente mencionado sin embargo, es uno a cuya memoria no ha sido erigido en ningún monumento en Washington DC. Su retrato no adorna ningún billete de la moneda de los Estados Unidos y todavía no ha aparecido ningún sello o estampilla de correo en su honor por lo menos hasta el año 1991. Este hombre fue George Mason.
George Mason fue descrito por Thomas Jefferson como: “uno de nuestros hombres realmente grandes y uno de los primeros en orden de grandeza”. Mason es uno de los Padres Fundadores más desatendido porque ignoraba la gloria política, rehuía el cargo público y nunca fue famoso por su oratoria. Todavía se le considera como uno de los hombres más visionarios de los que crearon la nación norteamericana. Después de la Revolución, George Mason se opuso a los planes de Hamilton y declaró que “Hamilton nos ha hecho más daño que Gran Bretaña, toda su flota y su ejército”. Fue George Mason uno de los que más duro empujó para la adopción de un Acta Federal de los Derechos. Las diez enmiendas de la Constitución de los Estados Unidos que constituyen el Acta de los Derechos, están basados en la primitiva declaración redactada por Mason en el año 1776. El Acta de los Derechos casi que no figura en la Constitución Norteamericana, y no hubiera figurado si Mason no se hubiera comprometido en una ardiente batalla para asegurar su inclusión. A pesar de su crónica mala salud, Mason publicó panfletos influyentes denunciando la Constitución propuesta porque carecía de los derechos específicos del individuo. La mayoría de los redactores de la Constitución, incluyendo a Alejandro Hamilton, declararon innecesaria el Acta de los Derechos, debido al balance y la limitación de los poderes impuestos al Gobierno Federal por la Constitución.

miércoles, 27 de junio de 2012

Control de la moneda en la nueva nacion

Los colonos cooperativos aceptaron el papel moneda con la promesa de que los billetes iban a ser respaldados de alguna forma una vez ganada la guerra. A medida que las Notas Continentales salían de la imprenta de Benjamín Franklin, en esa misma medida se desataba la inflación. Con la impresión cada vez más de billetes se encendió la hiperinflación. Después de ganada la guerra, se estableció una nueva moneda “dura” (respaldada por metal) y las Notas Continentales eran redimibles sólo al cambio de cien por un dólar, como se denominó la nueva moneda. Esta fue otra muy clara y dolorosa lección de cómo el papel moneda, la inflación y la devaluación pueden ser herramientas efectivas para ayudar a una nación a combatir en una guerra.

Irónicamente, algunos de los Padres Fundadores Norteamericanos usaron la experiencia de las Notas Continentales para impulsar la creación de un Banco Central siguiendo el modelo del Banco de Inglaterra y así establecer un mejor control de la moneda en la nueva nación americana. El plan propuesto para fundar un banco central fue motivo de un cálido debate con fuertes emociones desatadas a favor y en contra del proyecto. Ganó la facción de los pro-Banco. Después de varios años de controversia, en 1791 fue constituido el primer banco central de la América, el Banco de los Estados Unidos. La institución expiró veinte años más tarde, fue renovado por cinco años más, fue vetado por el presidente Andrew Jackson en 1836, recuperó su autorización veintisiete años más tarde en 1863, y finalmente se convirtió en el Banco de la Reserva Federal, el cual funciona como Banco Central de los Estados Unidos de América todavía hoy.

Aunque en los Estados Unidos siempre ha existido una considerable oposición a un Banco Central, el país siempre ha tenido uno bajo uno u otro nombre durante la mayor parte de su historia.
El padre fundador acreditado por la fundación del primer banco central de los Estados Unidos fue Alexander Hamilton, quien se unió al movimiento revolucionario a principio de los años 1770’s y alcanzó el grado de Teniente Coronel y Ayudante de Campo de Washington en el año 1777. Hamilton fue un buen comandante militar y llegó a ser uno de los íntimos amigos de George Washington y del Marqués de La Fayette. Después que la guerra terminó, Hamilton estudió leyes y fue admitido en la Judicatura, y en Febrero de 1784 fundó y se convirtió en Director del Banco de New York.

La meta de Hamilton era crear un sistema bancario en Norteamérica de modelo parecido al Banco de Inglaterra. Hamilton también quería que el nuevo gobierno de los Estados Unidos asumiera todas las deudas contraídas y la convirtiera en una gran deuda nacional. El Gobierno Nacional continuaría aumentando su deuda mediante empréstitos al banco central propuesto por Hamilton, el cual sería propiedad privada y operado por un pequeño grupo de financistas.
¿Cómo era que el Gobierno Norteamericano iba a pagar sus deudas?
¡En un acto de suprema ironía, Hamilton quería colocar impuestos a los bienes al igual que lo habían hecho los británicos antes de la revolución! Una vez que Hamilton se convirtió en secretario del tesoro, abrió la brecha con un impuesto al Licor destilado.

De este impuesto resultó la famosa Rebelión del Whisky de 1794 en la cual un grupo de montañeses se negaba a pagar el impuesto y se comenzaba a hablar abiertamente de rebelión contra el nuevo gobierno norteamericano. ¡Por insistencia de Hamilton, el Presidente George Washington llamó la milicia y acabó militarmente con la rebelión! Hamilton y sus partidarios habían manejado una situación en los Estados Unidos idéntica a la que había establecido Inglaterra antes de la Revolución Americana: una nación profundamente endeudada que tiene que recurrir a pechar con impuestos a sus ciudadanos para poder pagar la deuda. Legítimamente uno podría preguntarse: ¿Para qué ambos señores, Washington y Hamilton, participaron en la Revolución Norteamericana? Simplemente ambos usaron su influencia para crear en Norteamérica muchas de las instituciones que los colonos habían encontrado odiosas bajo la dominación británica.

Esta cuestión es hoy en día (1990) especialmente relevante cuando los Estados Unidos enfrenta una descomunal deuda de más de dos billones de dólares, es decir: dos millones de millones de dólares, o en cifras, $ 2.000.000.000.000, y una enorme carga impositiva a sus ciudadanos, mucho más alta que cualquiera de las que concibió la Corona Británica para imponer a los colonos en el siglo XVIII.
Aunque los planes de Hamilton fueron ampliamente exitosos, no lo fueron sin una considerable oposición. Dirigiendo la lucha en contra del establecimiento de un banco central de propiedad privada estaban James Madison y Tomas Jefferson. Ellos querían que fuera el Gobierno el emisor del dinero nacional, no un banco central. En una carta el 13 de Diciembre de 1803, Jefferson expresó su fuerte opinión sobre el Banco de los Estados Unidos, de esta forma:
“Esta institución es una de las más mortalmente hostil existente contra los principios y formas de nuestra Constitución.”
Y luego añade:
“…..una institución como esta que penetra con sus tentáculos por todas partes de la Unión, actuando por órdenes y al unísono, puede en un momento crítico trastornar al Gobierno. Yo considero que ningún gobierno está seguro si está bajo el vasallaje de cualquier autoridad auto-constituida, o de cualquier otra autoridad que no sea la Nación o sus funcionarios regulares.”

martes, 26 de junio de 2012

La inflacion en Usa comenzo con la independencia

La primera logia norteamericana de rito escocés y que fue establecida en Charleston, Carolina del Sur, publicó una circular el 10 de Octubre de 1802, declarando que la autorización para entregar sus grados más altos Vino de Federico, a quien todavía veían como la cabeza de toda la masonería:
“ El 1° de Mayo de 5786 (1786), la Gran Constitución del Grado Treinta y Tres, llamado el Consejo Supremo del Soberano Gran Inspector General, fue ratificada por su Majestad el Rey de Prusia, quien como Gran Comendador (Comandante) de la Orden Suprema del Príncipe Real posee el Soberano Poder Masónico sobre todo el Gremio. En la nueva Constitución este poder fue conferido a un Consejo Supremo de Nueve Hermanos en cada nación, el cual posee todas las prerrogativas masónicas en sus propios distritos que su Majestad individualmente posee, y son los Soberanos de la Masonería.”

Algunos escritores argumentan que Federico no estaba activo en la francmasonería a finales de los 1700’s. Ellos sienten que su nombre era simplemente usado para darle al Rito un aire de autoridad. Este argumento puede que sea verdad o al menos parcialmente así. El significado del panfleto de Charleston yace en la lealtad que los primeros Ritos Escoceses Norteamericanos proclamaban abiertamente para las fuentes masónicas alemanas inmediatamente después de la fundación de la República Norteamericana.
Mientras algunos alemanes francmasones de Prusia estaban ayudando la causa Norteamericana, otros masones alemanes estaban ayudando a la Gran Bretaña y haciendo un enorme beneficio. Aproximadamente, 30.000 soldados alemanes fueron alquilados a Gran Bretaña por seis estados alemanes: Hesse – Kassel, Hesse – Hanau, Brunswick, Waldesck, Anspach – Bayreuth y Anhalt – Zerbst. Más de la mitad de esas tropas fueron proporcionadas por Hesse – Kassel; de aquí que los soldados alemanes eran conocidos como “Hessianos”.

Las tropas de Hesse – Kassel eran consideradas como los mejores mercenarios; su precisión en el disparo era temida por las tropas coloniales. En muchas batallas, había más alemanes peleando para los británicos que soldados británicos. En la batalla de Trenton, por ejemplo, los alemanes eran los únicos soldados contra quienes peleaban los norteamericanos. Esto no significaba que los soldados alemanes eran especialmente leales a los británicos o aún a sus propios gobernantes alemanes. Casi una sexta parte de los mercenarios alemanes (un estimado de 5.000) desertaron y se establecieron en Norteamérica.

 Los grados en el Rito Escocés son agrupados juntos en secciones y a cada sección se le da un nombre. La Orden del Príncipe del Real Secreto se llama hoy el Consistorio (Concilio) de los Sublimes Príncipes del Secreto Real y contiene los grados 31 y 32 del Rito Escocés. Otra indicación de la admiración que tenía el primitivo Rito Escocés por las cosas prusianas se encuentra en el título del Grado 21, el cual se llama Noachite o Caballero Prusiano.
 McacKey, op. cit., p. 292.

El uso de mercenarios alemanes creó una agitación en ambos lados: Inglaterra y
Norteamérica. Muchos líderes británicos, incluyendo partidarios de la monarquía, objetaron la contratación de soldados extranjeros para subyugar a los súbditos británicos. Para los alemanes, era tan lucrativo como de costumbre. El duque de Brunswick, por ejemplo, recibió 11.517 Libras Esterlinas, 17 chelines y 1.5 peniques por el primer año de alquiler y dos veces esta cantidad durante cada uno de los dos años siguientes. Además, el Duque recibía “dinero por cabeza” de más de siete libras por cada hombre, para un total de 42.000 Libras Esterlinas por los 6.000 soldados de Brunswick.

Por cada soldado de Brunswick muerto se le debía pagar una factura adicional; y tres heridos eran contados como un muerto. El príncipe de Hesse - Kassel, Federico II, cobró cerca de 21 millones de Thaler por el alquiler de sus tropas hessianas y alcanzó un monto total neto de 5 millones de Libras británicas aproximadamente.
Esta era una cifra sin precedente en esos días y montaba a más de la mitad de la fortuna de los Hesse – Kassel heredada por Guillermo IX cuando murió su padre en 1785. El tesoro de Hessel – Kassel llegó a ser una de las más grandes fortunas, —algunos dicen que la más grande—, de un principado en Europa a causa de la Revolución Norteamericana.

La Revolución Norteamericana continuó el patrón de las primitivas revoluciones: el
debilitamiento de la cabeza del Estado y la creación de una legislatura fuerte.
Desgraciadamente, los revolucionarios norteamericanos también dieron a su nueva nación el mismo papel moneda inflacionario y el sistema de banco central que había sido adoptado por los revolucionarios en Europa. Aún antes de que la Revolución Norteamericana hubiese triunfado, el Congreso Continental había caído en el negocio del papel moneda inflacionario, ordenando la impresión del Billete conocido como “Notas Continentales”. Tales notas fueron declaradas de emisión legal por el Congreso sin ningún respaldo.

El Congreso Continental usó las notas para comprar los bienes necesarios para combatir en la guerra revolucionaria.

lunes, 25 de junio de 2012

Revolucion Americana gracias a los masones

La influencia de la francmasonería en la política americana se extendió más allá de la Presidencia. El Senado y la Cámara de Representantes de los Estados Unidos han tenido una gran cantidad de miembros masones durante la mayor parte de la historia de la nación. En 1924 por ejemplo, una publicación masónica elaboró una lista de sesenta masones en el Senado. En ese momento ellos constituían aproximadamente el 60% del Senado. En esta oportunidad se mencionaron más de 290 miembros de la Cámara de Representantes como miembros de la logia también. La presencia masónica en el Congreso de los Estados Unidos de América ha decrecido algo en los años recientes.

En un suplemento publicitario titulado: “La Francmasonería. Una manera de vivir”, la Gran Logia de California reveló que en el 97° Congreso, (1981-1983) había sólo 28 miembros de logias en el Senado y 78 en la Cámara de Representantes. A pesar de que esto muestra una sustancial disminución en relación a 1920, todavía la francmasonería tiene una representación de buen tamaño en el Senado con más de la cuarta parte de este cuerpo legislativo.
La Revolución Norteamericana fue algo más que un levantamiento local. Esta involucró muchas naciones. Francia fue un participante secreto por la causa norteamericana mucho antes del estallido del conflicto bélico. Tan temprano como en el año 1767, el ministro del Exterior francés, duque de Choiseul, había enviado agentes secretos a las colonias norteamericanas para calibrar la opinión pública y enseñar cuánto había crecido la semilla de la revuelta. Francia también despachó agentes provocadores a las colonias para fomentar secretamente el sentimiento anti-británico. En 1767, Benjamín Franklin, quien todavía no se había comprometido en la guerra armada contra Inglaterra, acusó a Francia de atizar el fuego entre los británicos y los súbditos norteamericanos.

Después de la destitución de Choiseul en 1770, su sucesor, el conde de Vergennes, continuó la política de Choiseul y fue el instrumentista en llevar ayuda abierta civil y militar de Francia a la causa norteamericana después de haberse iniciado la guerra de independencia.
Federico el Grande de Prusia fue otro que apoyó abiertamente a los rebeldes Norteamericanos. El estuvo entre los primeros gobernantes europeos en reconocer a los Estados Unidos como una nación independiente. Federico fue más lejos al cerrar sus puertos a los mercenarios hessianos para que no se embarcaran y pelearan en contra de los revolucionarios.

William Mc. Kinley (el 1 de Mayo de 1865), Teodoro Roosevelt (el 2 de Enero de 1901), William Howard Taft (el 18 de Febrero de 1908), Harry S. Truman (el 9 de Febrero de 1909), Warren Harding (el 28 de Junio de 1901), Franklin D. Roosevelt (el 10 de Octubre de 1911) y Gerald Ford (en 1949). En la lista de prominentes americanos francmasones también se incluyen personajes tales como: J. Edgar Hoover, antiguo fundador y director del FBI, quien alcanzó el grado más alto (Grado 33) del rito de Escocia; y el candidato presidencial Jesse Jackson (en 1988). Artistas americanos famosos también han ingresado como miembros, tales como: Mark Twain, Will Roger y W.C. Fields.
Official Masonic Record of The Third Annual Fashion and Home Exposition for the Benefit of Masonic Free Hospitals  New York, May 13 to 24, 1924.
Lo curioso del caso es que Vergennes también era francmasón. El apoyaba a algunos de los francmasones franceses, tales como: Voltaire, quien estaba creando el ferviente clima intelectual que conduciría a la revolución francesa. La revolución francesa derribó al rey de Vergennes, Luis XVI, una década después de su muerte. Es irónico que mientras estaba Vergennes vivo, se opuso a todas las reformas en profundidad de la sociedad francesa. En consecuencia, él ayudó a crear el descontento popular que tuvo mucho que ver con el éxito de la Revolución Francesa.

Sin embargo, hasta dónde se involucró Federico profundamente con la causa norteamericana, puede que nunca se conozca. No existe duda en cuanto a que muchos colonos se sintieron en deuda con él, y lo veían como uno de sus dirigentes desde el punto de vista moral y filosófico. Décadas después de la Revolución, muchas logias masónicas en Norteamérica, adoptaron varios de los grados escoceses que se decía creados por Federico.

domingo, 24 de junio de 2012

Intervencion cubana en Venezuela

La primera invasión cubana a Venezuela ocurrió en los años 60, cuando las guerrillas castristas desembarcaban en alejadas playas y se internaban por las montañas, asaltando poblaciones, asesinando a miles de hombres, mujeres y niños. Fidel Castro había decidido derrocar al presidente Rómulo Betancourt, elegido democráticamente en 1958.
Las primeras armas soviéticas llegaron a Cuba en 1960 y Castro anunció en octubre de ese año que ya contaba con una milicia de 250.000 hombres, con equipo y armas del bloque comunista. Castro lanzó su invasión a Venezuela matando a policías, guardias nacionales, asaltando aviones comerciales, el barco Anzoátegui, robando bancos, quemando fábricas americanas, dinamitando oleoductos y plantas eléctricas. Mató a mujeres y niños en el tren El Encanto en septiembre de 1963.
A los cubanos se le unieron guerrilleros venezolanos (varios de los cuales están ahora en el gobierno de Chávez), pero fueron vistos como extranjeros y nunca lograron apoyo popular. La revolución cubana fue diseñada como producto de exportación y Cuba se convirtió en punta de lanza de la estrategia soviética de comunizar a América Latina.
En noviembre de 1963, el gobierno de Betancourt presentó a la OEA pruebas contra Castro y Cuba, al descubrir cuatro toneladas de armas extranjeras en la costa noroeste de Venezuela. La OEA procedió a investigar y en julio de 1964 declaró a Cuba "culpable de agresión e intervención en asuntos venezolanos". Cuba fue expulsada de la OEA (sigue fuera) y sus miembros, con la excepción de México, rompieron relaciones diplomáticas y comerciales con Castro.
Como Castro seguía enviando guerrilleros a Venezuela, en 1967 el gobierno de Raúl Leoni acudió de nuevo a la OEA y los ministros del Exterior del organismo otra vez confirmaron las acusaciones venezolanas sobre la invasión cubana. Fue Rafael Caldera quien al llegar a la presidencia en 1969 perdonó a los guerrilleros. Y fue el mismo Caldera quien en 1994 ordenó soltar al golpista Hugo Chávez de la cárcel.
La segunda invasión cubana avanza hoy con igual propósito: establecer una dictadura marxista en Venezuela. La diferencia es que ahora goza del total apoyo del gobierno venezolano. Castro no sólo quiere asegurar el abastecimiento de 53.000 barriles de petróleo diarios a Cuba, bajo el acuerdo firmado en octubre de 2000, sino también pasar la antorcha comunista a su más destacado discípulo, Hugo Chávez.
"El mar de la felicidad cubana" ya se refleja en Venezuela con la caída del 29% del PIB, el desempleo alcanza 25%, una contracción en la compra de alimentos de 23% y 200 mil niños abandonados. La venta de dólares fue suspendida el 21 de enero y el control de cambios fue impuesto a partir del 5 de febrero.
Esta ha sido la más efectiva arma del gobierno de Chávez en la destrucción del sector privado venezolano y en disparar el desempleo. Chávez anunció que no habría ni un solo dólar para "los golpistas, fascistas y huelguistas" que se oponen a su gobierno. Tampoco hay dólares para la importación de papel prensa y quien compra dólares en el mercado negro está amenazado de cárcel. Esto sería evidentemente trágico en cualquier parte del mundo, pero en Venezuela es mucho peor porque esa nación petrolera depende de la importación del 60% de lo que consume: alimentos, medicinas, repuestos, materias primas, etc.
Para mantenerse en el poder, Chávez está empobreciendo dramáticamente a los venezolanos y haciéndolos pasar hambre. Lo mismo que en Cuba a lo largo de 44 años, quien tiene hambre no puede pensar en otra cosa que conseguir alimentos.
La seguridad personal de Chávez ha sido encomendada a agentes cubanos y el servicio de inteligencia cubano estableció su base de operación en el palacio presidencial de Miraflores, desde donde operan generales cubanos como Rogelio García. Al mismo tiempo, oficiales venezolanos son enviados a Cuba para recibir entrenamiento y adoctrinamiento.
Cubanos están apareciendo en oficinas del gobierno por toda Venezuela, como también en las escuelas, hospitales, en la industria petrolera y en el campo. La empresa cubana Alimport está encargada de las importaciones de alimentos, mientras que las compañías importadoras tradicionales no tienen acceso a dólares ni pueden suplir de materias primas a la industria de productos alimenticios. Esto empeora el desempleo y la clase media venezolana ahora forma parte del 85% de venezolanos pobres. Los nuevos ricos son chavistas que meten la mano en el presupuesto nacional sin ningún control ni transparencia.
El presidente John Kennedy abandonó a los cubanos, pero se piensa que  tenemos en nuestras manos el proximo 7 de octubre, cambiar el destino de  Venezuela, según informaciones muy fidedignas al día de ayer, 22 de junio de 2012 Henrique Capriles Radonsky está superando a Chávez en los estados Táchira, Mérida, Lara, Carabobo, Miranda, Anzoátegui, Monagas, Zulia, Nueva Esparta, estamos igualados en Caracas y con grandes posibilidades de alcanzar la mayoría en Amazonas y Sucre esto le dejaría a Chávez con los estados menos poblados como son  Trujillo, Cojedes, Guárico, Yaracuy, Apure, Portuguesa, Barinas, Delta Amacuro, Vargas, Falcón y el fuertemente poblado de Aragua.  Esto nos permite ir configurando un triunfo de la democracia para evitar así que Venezuela se convierta en una colonia de Cuba comunista.
Con la destitución de Fernando Lugo como presidente del Paraguay se demuestra que solo en democracia verdadera es posible hacer este tipo de correcciones políticas, cuando un gobierno ha cometido violaciones a la constitución, En Venezuela durante estos 13 años de dictadura con elecciones, hemos podido ver ingentes violaciones de la constitución sin que funcionen los mecanismos democráticos como lo acabamos de ver en Paraguay.
A Lugo lo destituyen entre otros delitos, por haber efectuado una reunión con pancartas y banderines alusivos al socialismo dentro de un cuartel, en Paraguay las fuerzas armadas como institución que tiene el resguardo de las armas es garante de la institucionalidad política, como debería también ser en Venezuela y como fue en el pasado. También se le acusa de no haber actuado a tiempo como presidente para evitar la muerte de 17 personas.  
La creación del sistema comunal propuesto por el gobierno es una fragante violación de la constitución, porque esa institucionalización requiere una reforma de la misma, por lo tanto los pasos dados por el gobierno en ese sentido son actos írritos, es decir ilegales en el estricto apego al derecho.
Chávez hace cuanto acto político le da la gana dentro de los cuarteles y el gorilato militar que lo sigue no es capaz de reaccionar, en flagrante violación de nuestra constitución, y respecto a muertes, responsabilidad directa del presidente sobre los 150.000 muertos al año por la inseguridad campeante en el país, el presidente al hacer su juramento de rigor se compromete a garantizar la seguridad personal de los habitantes de un país, cosa que no ha ocurrido aquí.  
Cambio urgente es lo que requiere este amenazado país.

viernes, 22 de junio de 2012

Signos y leyendas masonicas en Usa

Este mismo signo aparece bordado en el mandil masónico de George Washington, en el de Benjamín Franklin y en el de otros revolucionarios de la masonería. Encima de la pirámide y del ojo, en el proyecto de escudo de Barton, aparecen las palabras latinas Annuit Ceoptis, que significan

 Miller, op. cit., p. 70. p. 37.

 "El , (Dios), hace prosperar nuestro comienzo”. En el fondo se ve la inscripción Novus Ordo Seclorum, que unidas a las anteriores palabras latinas completarían la frase que traducida significa “El año del comienzo de un Nuevo Orden de las Edades”. La inscripción del fondo nos habla que los líderes de la revolución estaban persiguiendo una amplia meta de carácter universal, la cual abarcaba mucho más que el objetivo inmediato de los colonialistas. Ellos estaban postulando un cambio total en el orden social, meta que ya se había anunciado en el Fama Freternitis.
La pirámide de Barton y las inscripciones latinas que la acompañaban fue adoptada en su totalidad. Este diseño todavía forma parte del Gran Escudo Estadounidense que aparece actualmente en el revés del billete de un dólar estadounidense (USA $ 1,00).
La porción principal del diseño de Barton no fue adoptada excepto una pequeña parte.
En el centro de la propuesta se ve un escudo con dos figuras humanas de pie, colocadas a cada lado. Encaramado en el tope está un fénix con las alas desplegadas; en el medio está un pequeño fénix quemándose en una pira funeral. Como se discutió antes, el ave fénix es un símbolo de la Hermandad usado desde los días del antiguo Egipto. El fénix fue adoptado por los Padres Fundadores Norteamericanos para usarlo como reverso del primer escudo oficial de los Estados Unidos según el diseño presentado por Charles Thompson, Secretario del Congreso Continental.

El primer escudo acuñado de los Estados Unidos tiene pintado un pájaro con copete y un gran pico: el ave fénix. El fénix sostiene en su pico una bandera con las palabras: E. PLURIBUS UNUM, que significa, “Uno, entre muchos más”. Sobre la cabeza del ave se observan trece estrellas saliendo a través de una nube. En una pata el fénix sostiene un manojo de flechas; y en la otra, una rama de olivo. Alguna gente confunde el fénix con un pavo salvaje debido a su largo pico; sin embargo, el fénix también es un ave de largo pico, además de que las demás características del ave indican claramente que se trata de un fénix.
La acuñación fue retirada en el año 1841, y el fénix fue reemplazado por un águila sencilla: el ave nacional de América.

Los francmasones consideran que sus lazos fraternales trascienden las divisiones políticas y nacionales. Cuando se terminó la guerra de independencia norteamericana, no obstante eso, las logias norteamericanas se separaron de la Gran Logia Madre de Londres y crearon su propia logia americana autónoma. Pronto llegaron a dominar los grados escoceses en la francmasonería americana.
Las dos mayores formas de francmasonería practicada en los Estados Unidos de hoy, son: el Rito de York, —una versión del original Rito de York Inglés—, y el Rito Escocés. El Rito de York moderna tiene un total de diez grados, siendo el más alto el de Caballero Templar. El Rito Escocés tiene un total de treinta y tres grados, muchos de los cuales son grados de Caballero.
La influencia de la francmasonería en la política norteamericana se ha mantenido fuerte durante mucho tiempo después que finalizó la revolución. Alrededor de un tercio de todos los presidentes han sido francmasones, la mayoría de ellos del rito escocés.

Además de George Washington y James Madison, los francmasones en la presidencia hasta ahora han sido iniciados: James Monroe (el 9 de 1775), Andrew Jackson (en 1800), James Polk (el 5 de Junio de 1820), James Buchanan (el 11 de Diciembre de 1816), Andrew Johnson (el año 1851), James Garfield (el 28 de Noviembre de 1861 o 1862)

jueves, 21 de junio de 2012

Antecedentes masonicos en Estados Unidos

 Hubo dos importantes líderes revolucionarios de los cuales se piensa que no fueron francmasones: Samuel Adams y Thomas Jefferson. Según lo que escribió John C. Miller en su libro “Sam Adams, Pioneer in propaganda”:
Es sorprendente hallar que Samuel Adams, quien perteneció a casi todos los clubes políticos liberales de Boston y cargaba la más pesada programación de la “logia nocturna” de cualquier patriota, no era masón.
Muchos de sus amigos eran masones de alto rango y la logia de Boston hizo mucho por fomentar la revolución, pero Sam Adams nunca se unió a la sociedad masónica”.
El nombre de Thomas Jefferson fue registrado en los Procedimientos de la Gran Logia de Virginia en 1883 como visitante de la Logia # 60 de Charlottesville el 20 de Septiembre de 1817.

La Pittsburg Library Gazette, vol.
1 al 4 de Agosto de 1828, menciona a Jefferson como un notable masón. Durante su vida fue acusado de ser un agente de la Iluminatti Bávara de Weishaupt. Más recientemente, algunos rosacruces han citado a Jefferson como un miembro de su fraternidad.
A pesar de todo esto, el record real de membresía de Jefferson como perteneciente a cualquiera de esas organizaciones, aparece: o perdido, o no-existente, excepto el de la visita única a la logia de Charlottesville. Por esta razón, algunos historiadores masónicos creen que Jefferson era o fue masón inactivo o no fue masón en absoluto.
 Miller, John C., Sam Adams, Pioneer in Propaganda (Stanford University Press, 1936), p. 40.
 Linn, op. cit.., p. 16.
 Lunden, Sven G., “Annihilation of Freemasobry,” The American Mercury (new York, The American Mercury, Inc., Feb. 1941), vol. LII, Nº 206, p. 189.

y por encima de ellos estaba colocada la pandilla de los comerciantes y la de los Hijos de la Libertad..”
Las logias masónicas no eran para la causa revolucionaria ningunos recién- llegados (en inglés: Jonny–come –lately´s). Hay evidencias de que fueron los instigadores iniciales. Al menos una logia entró en la agitación desde un comienzo temprano. Cartas y periódicos de principio de los años 1760’s revelan que la Sociedad Masónica de Boston estaba agitando un sentimiento anti-británico ya en los finales de la Guerra de los Siete Años, es decir unos buenos diez años antes de que realmente la revolución comenzara.
“La sociedad masónica de Boston dio ánimo a Hutchinson, (el gobernador Thomas), y al gobierno real en su lugar de reunión en “Adjutant Trowel’s long Garret”, donde se decía que había la mayor incitación a la revuelta, libelos y calumnias que eran tramados en todas las buhardillas de Grubstreet. Otis y sus hermanos masones se convirtieron en tales adeptos al vituperio, que los amigos de Hutchison creyeron que habían sido sacados del papel principal y del grupo, reemplazándolos por barro para tirárselo a la aristocracia de Massachusetts”.

Podemos buscar cómo es que las logias americanas llegaron a ser las fuentes de la rebelión cuando casi todas eran Capítulos bajo el sistema inglés, el cual, como recordamos, era pro-hannoveriano y prohibía la controversia política dentro de las logias. Se tiene que mantener presente que por los años de 1760, los grados templares anti-hannoverianos habían sido firmemente establecidos en Europa y también habían trabajado secretamente y viajado hacia muchas de las logias de las colonias americanas. Por ejemplo, como ya se mencionó en un capítulo anterior, la Logia de San Andrés de Boston, la misma que había ejecutado el Boston Te Party en 1773, confería el Grado Templar ya para el 28 de Agosto de 1769 después de aplicar para el mandato en 1762 de la Gran Logia Escocesa de Edimburgo. Esta aplicación fue hecha casi una década antes de que comenzara la Revolución Americana. Algunos templarios no sólo eran anti-hannoverianos sino que pensaban en lograr la abolición de toda monarquía.
La importancia filosófica de la francmasonería para el revolucionario americano puede verse también en los símbolos con los cuales los dirigentes revolucionarios escogieron para representar la nueva nación americana. Estos eran símbolos de la Hermandad Masónica.
Entre los símbolos más significativos de cualquier nación está el Escudo Nacional. Un primer proyecto para el Escudo Nacional Estadounidense fue propuesto por William Barton en 1782. En la esquina superior derecha del proyecto de Barton se ve una pirámide con el vértice superior truncado. En el lugar del ápice está un “Ojo de Dios que lo ve todo” en forma triangular. El ojo que lo ve todo, como podemos recordar, ha sido por mucho tiempo uno de los signos más significativos de la francmasonería.

miércoles, 20 de junio de 2012

La influencia en Usa de masones europeos

Europa proporcionó a los americanos del norte dos masones adicionales de importancia.

Desde Alemania llegó el Baron von Steuben, quien personalmente convirtió las tropas harapientas de Washington en la semblanza de un ejército de batalla. Von Steuben fue un francmasón alemán que sirvió en el ejército prusiano como ayuda de campo de Federico el Grande. Fue el encargado en el año 1763 de la desmovilización prusiana después de la guerra de los Siete Años. El tiempo en que fueron solicitados los servicios de Von Steuben en Francia por Benjamín Franklin, Von Steuben ejercía una capitanía a media-paga y había estado retirado del trabajo militar por catorce años. Con el fin de obtener la autorización del Congreso, Franklin falsificó el expediente de von Steuben poniéndole el grado de Teniente General. La mentira trabajó mucho para el beneficio final del Ejército Continental.

El segundo europeo fue el marqués de La Fayette. Este era un noble caballero francés muy rico en sus veinte y tantos años, que había sido inspirado por las noticias sobre la revolución americana mientras servía al ejército francés en Europa; así que, se embarcó para América a fin de ayudar a la causa revolucionaria. En 1778, durante su servicio con el Ejército Continental, La Fayette se hizo francmasón. Más tarde, después de la guerra, La Fayette reveló cómo era de importante la francmasonería en el liderazgo del ejército revolucionario.
Dirigiéndose a la Logia “Cuarta de Wilmington” de Delaware durante su última visita a América en 1824, La Fayette dice:

“Una vez —mientras servía bajo el mando del General Washington— no pude desviar a mi mente de la sospecha que el General abrigaba dudas acerca de mi persona. Esta sospecha fue confirmada por el hecho de que nunca se me había confiado un comando en jefe. Este pensamiento mío era una obsesión y algunas veces me hacía muy infeliz. Después que yo me convertí en un francmasón americano, el General Washington parecía que había visto la luz. Desde este momento nunca más tuve razón para dudar de su entera confianza. Y casi enseguida me fue dada una importante jefatura de comando”.

P. 13. De La Fuye, Maurice; Babeau, Emile; The Apostle of Liberty: A Life of LaFayette (London, Thames & Hudson, 1956), p. 42.

Cuando consideramos la prominencia de los francmasones en la Revolución Americana, no nos sorprende en absoluto que la agitación revolucionaria procedía directamente de las logias masónicas. De acuerdo al artículo del coronel Linn, el famoso Partido del Té de Boston fue el trabajo de masones que venían directamente de una logia:

“El 6 de Diciembre de 1773, un grupo disfrazado de indígenas americanos aparentemente salió de la Logia de San Andrés en Boston y se fue al muelle donde lanzaron por la borda las cargas de té de los tres Indias Orientales, (barcos de las Indias Orientales). Esa noche la Logia de San Andrés cerró temprano, ‘tomando en cuenta la poca asistencia de los miembros’ ”.
Sven G. Lunden en su artículo titulado “Aniquilación de la francmasonería”, establece que la logia de San Andrés fue la directora del cuerpo masónico en Boston, y agrega:
“Y en el libro usado para contener las minutas de la logia y el cual todavía existe, hay casi una página en blanco donde las minutas de este memorable jueves debían estar. En su lugar, en la página aparece una letra, una T mayúscula. ¿Puede que esta ‘T’ tenga que ver con la T de Té? .”

En el libro: “Sam Adams, Pionero de la Propaganda”, el autor John C. Miller describe la jerarquía de los pandilleros anti-británicos que jugaron tan importante papel en el conflicto.
Las pandillas no se congregaban al azar de elementos colonialistas disgustados. Mr. Miller explica el importante papel de los francmasones en estas pandillas:

“Fue establecida una jerarquía de las pandillas durante el gobierno de Sam Adams de Boston: las clases más bajas, sirvientes, negros y marineros estaban colocados bajo las ordenes de un cargo superior ejercido por el maestro Mason de la ciudad;



martes, 19 de junio de 2012

La independencia de Estados Unidos

A pesar de los esfuerzos sinceros del Parlamento Británico para satisfacer muchas de las demandas coloniales, un significativo movimiento de independencia se estaba desarrollando en las colonias americanas. Bajo el liderazgo de un hombre llamado Samuel Adams, una organización secreta que se llamó a sí misma los “Hijos de la Libertad”, empezó a cometer hechos de terrorismo y violencia. Ellos quemaron los archivos de la Corte del Almirantazgo (Tribunal que conoce de los asuntos concernientes a la Marina), y destruyeron las casas de varios oficiales británicos. Amenazaron con más violencia contra los agentes de estampillas y otras autoridades británicas.
Los “Hijos de la Libertad” organizaron sabotajes económicos exhortando a los colonialistas a cancelar las órdenes por mercancías británicas.

Estas acciones hacían daño a los ingleses porque las colonias eran muy importantes para los británicos como mercado de intercambio. Por eso en 1770, los británicos cedieron una vez más con los colonialistas eliminando todos los aranceles excepto el del té. Sin embargo, esta vez el fervor revolucionario era tan fuerte que no pudo detenerse. El resultado fue el derramamiento de sangre. El 5 de Marzo de 1770, la “Masacre de Boston” sucedió, en la cual las tropas británicas dispararon a una multitud matando a cinco personas. Las tensiones continuaron en aumento y se formaron más grupos secretos revolucionarios.
Los británicos todavía no eliminaban el impuesto al té. El 14 de Octubre de 1773, tres años después de la Masacre de Boston, los colonialistas se treparon como indígenas y entraron en un barco inglés que se encontraba anclado en el puerto de Boston y lanzaron grandes cantidades de té al agua. Este acto fue el famoso Partido de la Fiesta del Té de Boston.

Al final, este acto de rebelión causó que el Parlamento promulgara sanciones comerciales contra los colonialistas. Las sanciones lo que hicieron fue alentar más la rebelión.
En 1774, un grupo de líderes coloniales convocaron el Primer Congreso Continental para protestar las acciones británicas y llamar a la desobediencia civil. En el mes de Marzo de 1775, Patrick Henry pronunció su famoso discurso: “Dame libertad o dame la muerte”, en una Convención en Virginia. En menos de un mes desde este discurso, se puso en camino la revolución americana con la batalla de Concord, donde una milicia colonial organizada llamada “En Estado de Alerta” (Minutemen) sufrieron ocho bajas mientras infligieron 273 a los británicos. En Junio de ese mismo año, George Washington, el mismo que muchos historiadores creen que fue quien puso a rodar la bola de nieve dos décadas antes cuando ordenó a sus tropas disparar a los franceses en el valle de Ohio, fue nombrado Comandante en Jefe del nuevo y flamante ejército continental. Los historiadores han indicado que no sólo fueron los motivos económicos los únicos que impulsaron a los revolucionarios americanos.

Esto llegó a ser obvio después que el Parlamento Británico eliminó casi todas las tarifas que había impuesto. El rey Jorge III, a pesar de ser hannoveriano, fue popular en su país e inicialmente se comportó como un amigo de los colonialistas. Los agudos ataques contra el rey Jorge por los portavoces de los revolucionarios lo preocuparon bastante, porque le parecieron desproporcionados con respecto a su verdadero comportamiento en los problemas que eran motivo de las quejas de los colonialistas. La mayor parte de la retórica revolucionaria parece haber sido dirigida en el Parlamento. Claramente había algo más profundo conduciendo la causa revolucionaria; los rebeldes estaban lejos de establecer un nuevo orden social completo. Su revuelta fue estimulada por filosofías ocultas que abarcaban mucho más allá de sus disputas con la Corona. Una de esas filosofías era la masónica.
Un “¿Quién es Quién?” de la revolución americana es casi un “¿Quién es Quién?” de la francmasonería americana colonial. Los francmasones combatieron al lado de los revolucionarios, incluyendo a George Washington, a Benjamín Franklin, quien era masón al menos desde 1731, Alexander Hamilton, Richard Montgomery, Henry Knox, James Madinson y Patrick Henry. Los revolucionarios que también eran “grandes maestros” masones incluían a Paul Revere, John Hancock y James Clinton, además de Washington y Franklin. De acuerdo al artículo del Coronel La Von P. Linn, titulado: “La Francmasonería y la Defensa Nacional, 1754-1799 existe un estimado de 14.000 oficiales de todos los rangos del Ejército Continental y un quinto (1/5), o sea 2.018 de ellos eran francmasones. Esto representaba un total de 218 logias. Un centenar de esos oficiales eran generales. El coronel Linn apunta:
 Linn, Col. LaVon P., “Freemasonry and the National Defense, 1754-1799, “ The New Age (Washington, Supreme Council, 33rd degree, Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry of the Southern Jurisdiction, U.S.A., March 1974), Vol. LXXXII, Nº 3.

En todas nuestras guerras, comenzando por la guerra franco-indígena y la guerra de independencia americana, la silueta de los militares masones americanos se ha destacado muy alto, por encima de las batallas”.

lunes, 18 de junio de 2012

Problemas de los colonos americanos e Inglaterra

La renovación del conflicto fue desastrosa. De acuerdo a Federico el Grande, la Guerra de los Siete Años produjo tanto como 853.000 bajas militares y cientos de miles de vidas civiles. Ambas, Inglaterra y Francia, se infligieron pesados daños económicos. Cuando la guerra terminó, Inglaterra enfrentó una deuda nacional de 136 millones de Libras esterlinas, la mayor parte de la cual fue contraída con una élite bancaria. Para pagar la deuda, el Parlamento inglés tuvo que levantar pesados impuestos en su propio país. Cuando los impuestos llegaron a ser demasiado altos, se colocaron aranceles sobre los bienes producidos e importados por las colonias americanas. Los aranceles se convirtieron rápidamente en un punto espinoso y delicado a tratar con los colonos americanos quienes comenzaron a resistirlos.

Otro cambio causado por la guerra fue el abandono de parte de los Hannover de su política de mantener un pequeño ejército estacionado en Gran Bretaña. Las fuerzas armadas de Inglaterra estaban extensamente expandidas. Esto produjo la necesidad de crear impuestos mucho más altos a los ciudadanos. Además, casi 6.000 elementos de tropas británica necesitaban mantenerse en América, donde estos frecuentemente estaban invadiendo los derechos de propiedad de los colonos, lo cual generaba más discordia colonial.
La cuarta consecuencia adversa de la guerra, al menos en la mente de los colonialistas, fue la capitulación de Inglaterra a las demandas de varias naciones indígenas americanas. Los indígenas americanos habían luchado al lado de los franceses debido a las usurpaciones e invasiones de los colonialistas británicos a los territorios indígenas. Después de la guerra francesa e indígena, la Corona emitió la proclamación de 1763 donde se ordenaba que la vasta región comprendida entre los montes Apalaches y el río Mississippi se convertiría en una extensa reservación indígena.

A los súbditos británicos no se les permitía asentarse allí sin autorización de la Corona. Esto fue lo que produjo la expansión acelerada y brusca hacia el Oeste.
La primera nueva medida impositiva colonial de los británicos se llevó a efecto en 1764. Esta medida se conoció como el Acta del Azúcar. Mediante ella se colocó aranceles a la madera, alimentos, ron y melaza. En los años siguientes, un nuevo impuesto, la Ley de Timbres, fue instaurado para ayudar el pago de las tropas británicas estacionadas en las colonias.
Muchos colonialistas objetaron fuertemente los impuestos y la forma como estos eran recolectados. Bajo la “ayuda del mandato judicial” británico, por ejemplo, los agentes de aduanas de la Corona podían investigar y allanar cualquier lugar que quisieran, en busca de bienes importados que estuvieran violando el Acta. Los agentes tenían poderes casi ilimitados para investigar e incautar sin notificación ni orden judicial.
En Octubre de 1765, una representación de las nueve colonias se reunieron en un
Congreso de Acta de Sello en New York. La asamblea pasó una declaración de los Derechos que expresaba su oposición al establecimiento de impuestos por el Parlamento Británico sin que hubiera alguna representación de las colonias americanas. La Declaración también se oponía a los juicios sin jurados llevados a cabo en la Corte del Almirantazgo Británico. Este acto de desafío fue parcialmente exitoso. El 17 de Marzo de 1766, cinco meses después de la reunión del Congreso del Acta de Sello, fue revocada el Acta de Sello.